
¿Es la educación un motor de cambio o sigue reproduciendo estructuras de discriminación?
Son muchos los ámbitos en los que todavía queda mucho por hacer respecto a la igualdad de derechos, la educación es uno de ellos. El sistema educativo continua, hoy en día, arrastrando desigualdades que deben ser abordadas de forma urgente.
La educación y su papel en la igualdad de género
Malala Yousafzai, defensora de la educación de las niñas, hace hincapié en el poder de la educación para lograr la igualdad de género, destacando la importancia del acceso a una educación de calidad y segura para lograr la transformación de sociedades enteras.
Chimamanda Ngozi Adichie expone que para que la educación sea verdaderamente transformadora, debe ser inclusiva y desafiar las normas y estereotipos de género.
La educación puede transformar sociedades y ser el impulso para la igualdad de género.
Para ello, es necesaria la revisión de prácticas pedagógicas, la capacitación de equipos docentes y la garantía de ambientes seguros e inclusivos.
Revisión de los contenidos educativos
¿Si pedimos al estudiantado que los niños levanten la mano, lo harán los niños o los niños y las niñas? Esto dependerá de varios factores.
Marie Curie, Rosalind Franklink o Ada Lovelace no parecen respuestas habituales si pedimos al estudiantado nombres de científicos famosos, como sí pueden serlo: Einstein, Newton o Darwin.
¿Invisibiliza la historia de la ciencia o nuestra manera de exponerla o preguntarla? Quizá las dos cosas. El hecho es que se termina reforzando que ciertos campos pertenecen a los hombres.
Es habitual ver a hombres representados en libros de texto como líderes, inventores y gobernantes y a mujeres representaciones secundarias o en roles de cuidados. Esta “omisión histórica” llega a influir en las aspiraciones de niñas y jóvenes. Comparativamente:
- En los libros de historia, la atención que reciben figuras como Clara Campoamor o Simone de Beauvoir es menor que la de sus contribuciones en derechos y pensamientos.
- En ciencias, puede pasarse por alto a Hedy Lamrr, gracias a la cual se desarrolló un sistema de comunicación que sentó las bases para la tecnología inalámbrica.
- En literatura, la autora Mary Shelley, escritora de una de las primeras obras de ciencia ficción puede pasar desapercibida.
¿Es cuestión de materiales, de lenguaje o de docencia? En cualquier caso, no se está reflejando la diversidad social.
Formación docente
Volvemos a pedir al estudiantado que los niños levanten la mano…
- Les decimos a las niñas que por qué la levantan también, si hemos dicho niños.
- Les decimos a las niñas que por qué no las levantan, si hemos dicho niños.
Hay acciones que, aunque involuntarias, pueden llevar a las niñas a ser menos participativas y más sumisas. El lenguaje no es inocuo.
El personal docente puede, sin darse cuenta, perpetuar estereotipos de género en el aula, más allá de aquellos que dicen que se les presta más atención y tiempo a los niños y se ignora y minimiza las aportaciones de las niñas.
Es imprescindible una formación que permita al personal docente promover una enseñanza más equitativa que permita detectar y modificar estos sesgos. Puede hacerse a través de:
- Capacitación para reconocer prejuicios
- Desarrollo de estrategias inclusivas
- Revisión de materiales educativos
- Entornos de aprendizaje inclusivos
- Colaboración comunidad – familia
Sin olvidar que,
No es necesario hacer malabarismos para emplear un lenguaje que incluya a todas las personas.
Espacios seguros e inclusivos
No es un secreto la existencia de niñas que se enfrentan al acoso escolar simplemente por el hecho de ser niñas. Comentarios despectivos sobre su apariencia, risas si destacan en cosas “típicamente masculinas”, distintos tipos de violencia (porque lo es) en el entorno escolar (entorno que debería ser seguro) que terminan afectando no solo a su desempeño, sino también a su bienestar.
Dentro de los protocolos para prevenir el acoso escolar deben implementarse y llevarse a cabo las medidas necesarias para la concienciación y el respeto e igualdad de género por parte de estudiantado, docentes y familias.
Todas las zonas de los centros educativos deben ser seguras y libres de violencia, desde la zona del baño hasta la zona del recreo.
¿Son nuestras escuelas esos espacios seguros e inclusivos vitales para la igualdad? La respuesta también influye en el acceso y permanencia de las niñas en la educación.
Desafíos pendientes
- Reducir la brecha en las carreras STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas):
Las actividades científicas extracurriculares son una excelente oportunidad para promover la idea de que ciencia, tecnología, robótica o programación son para todo el alumnado. Promocionar la participación, visibilizar a científicas y ofrecer apoyo y orientación puede ser clave para cerrar esta brecha.
- Entorno seguro
La violencia no tiene cabida en las instituciones escolares. Es imprescindible que las instituciones educativas adopten medidas para dejar a un lado la existencia de acoso escolar (en este caso, sexista) o comentarios machistas.
- Impulsar la educación desde la infancia
¿Romperíamos los estereotipos si antes de que se arraiguen enseñáramos que cualquiera puede desempeñar cualquier rol?
Quizá la clave para una sociedad más equitativa esté en la coeducación.
Invisibilización de las niñas, especialmente neurodivergentes
Muchos de los ensayos de medicamentos se producen en hombres, ello lleva a problemas cuando las mujeres los consumen… No, no he cambiado de tema. Sucede que algunos diagnósticos se basan en estudios y síntomas observados en niños, lo que lleva a que no estén adaptados a las necesidades de las niñas (si, volvemos a eso del sesgo)
Sally Reis ha expuesto de forma recurrente el tema de la invisibilización de las niñas neurodivergentes, destacando lo importante que es el poder reconocerlas. Habla de niñas con TEA, TDAH, AACC, dislexia… y de como son “pasadas por alto” ante los ojos de un sistema que no puede reconocerlas, comprenderlas y, por tanto, cubrir sus necesidades.
En su investigación, Sally Reis enfatiza en el enmascaramiento (masking) como forma de estrategia en que muchas de las niñas neurodivergentes tratan de encajar en los entornos educativos o sociales (esto tiene efectos negativos en la salud mental y desarrollo).
Se requiere de herramientas de detección que permitan identificar a estas niñas y ofrecerles el apoyo, acompañamiento y estimulación que requieren.
Conclusión
La educación sigue teniendo una deuda pendiente con las niñas. Hemos logrado avances, sí. Sin embargo, de forma estructural, la discriminación continúa reproduciéndose en las aulas, a veces de forma sutil y otras menos, pero persiste.
Cambiar la realidad de las niñas requiere de un compromiso real por parte de las instituciones educativos, docentes y conjunto de la sociedad.
Un sistema educativo libre de discriminación es esencial para que todas las niñas tengan las mismas oportunidades de desarrollo y éxito que los niños.
A lo largo de la historia, mujeres como Clara Campoamor, Simone de Beauvoir, Marie Curie, Rosalind Franklin, Ada Lovelace, Hedy Lamarr, y Mary Shelley han hecho contribuciones significativas en sus respectivos campos, a menudo enfrentando y superando grandes obstáculos. Malala Yousafzai y Chimamanda Ngozi Adichie nos muestran cómo la educación puede ser una herramienta poderosa para la igualdad de género. Sally Reis nos enseña la importancia de reconocer y apoyar a las niñas neurodivergentes.
El legado de estas mujeres nos enseña que la transformación del sistema educativo es posible, que podemos lograr que sea un espacio equitativo y libre de discriminación.
Para continuar la reflexión, me permito terminar tal y como he comenzado… ¿Es la educación un motor de cambio o sigue reproduciendo estructuras de discriminación?
Tenemos una deuda pendiente.
M Cinta Marí Marco
Estudiante grado Pedagogía UNED