Cerca del 80 % de las mujeres de la Comunitat Valenciana inician el control de su embarazo antes de la décima semana de gestación.
Según el último informe de salud perinatal publicado por la Dirección General de Salud Pública de la Conselleria de Sanidad de la Comunitat Valenciana, aproximadamente el 80 % de las mujeres embarazadas comienzan el control de su gestación antes de la décima semana. Este dato, destacado con motivo del Día Mundial de la Salud, refleja el compromiso de la región con la atención prenatal temprana, un indicador clave de calidad que permite una mejor valoración de la edad gestacional, la identificación de embarazos de riesgo y la implementación de medidas preventivas y de promoción de la salud desde las primeras etapas.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) celebra este año el Día Mundial de la Salud bajo el lema «Comienzos saludables, futuros esperanzadores», haciendo un llamamiento global para reducir la mortalidad materna y perinatal prevenible y mejorar el bienestar de madres y recién nacidos a largo plazo. En línea con esta iniciativa, los datos de la Comunitat Valenciana muestran avances significativos en la atención perinatal.
En 2023, la Conselleria de Sanidad realizó el seguimiento de 28.338 gestaciones desde Atención Primaria, con una edad media de las mujeres de 32,5 años. Además, el 40 % de las gestantes tenía 35 años o más, y una de cada tres había nacido fuera de España, evidenciando la diversidad de la población atendida.
Atención integral en dos niveles: Primaria y Hospitalaria
En la Comunitat Valenciana, el embarazo sin complicaciones es supervisado por matronas en Atención Primaria, quienes se encargan de la vigilancia de la salud y la educación sanitaria. Por su parte, el personal de obstetricia en Atención Hospitalaria asume los casos de riesgo, los controles ecográficos y la asistencia al parto. Esta colaboración ha contribuido a mejorar los indicadores de salud materna y perinatal. Por ejemplo, en los últimos seis años, el uso rutinario de la episiotomía en hospitales públicos ha disminuido del 29,9 % al 12,2 %, y la proporción de partos instrumentados se ha estabilizado.
Entre las prácticas beneficiosas consolidadas, destaca la presencia de la pareja o una persona de confianza en el parto (97,7 %), el contacto piel con piel durante al menos 70 minutos (96,2 %) y el inicio precoz de la lactancia materna en las dos horas posteriores al nacimiento (85 %). Estas prácticas, ampliamente extendidas en partos vaginales, también se han adaptado a las cesáreas, con tasas del 62,5 %, 73,2 % y 70,3 %, respectivamente. Asimismo, el 58,8 % de las mujeres presentaron su plan de parto, un documento que refleja sus preferencias y fomenta su protagonismo en el proceso.
Una guía actualizada para profesionales
La Conselleria de Sanidad ha presentado una guía actualizada para profesionales de la salud en el embarazo, coordinada por la Dirección General de Salud Pública con la colaboración de Atención Primaria y Hospitalaria. Este manual, fruto del trabajo de un equipo multidisciplinar, busca unificar criterios, reducir la variabilidad clínica y garantizar una atención integral y de calidad. Entre sus novedades, incluye la detección precoz de trastornos del estado de ánimo postparto, la valoración de riesgos sociales y la promoción de la salud bucodental, con una consulta odontológica recomendada en el primer trimestre.
La guía también dedica un apartado extenso a la educación sanitaria, abordando temas como alimentación, actividad física, bienestar emocional, lactancia materna y exposición a tóxicos ambientales, todos respaldados por evidencia científica.
Estos datos y avances se alinean con las recomendaciones de la OMS, que en su informe «Maternal and Perinatal Health» (disponible en www.who.int) subraya la importancia del acceso temprano a la atención prenatal para reducir complicaciones. Según la organización, en 2023, la mortalidad materna global aún afecta a más de 287.000 mujeres al año, muchas de ellas por causas prevenibles. En este contexto, la Comunitat Valenciana se posiciona como un ejemplo de buenas prácticas, combinando atención basada en la evidencia con un enfoque centrado en la mujer.