Benassal ha celebrado el Gall Gallet, una tradición muy arraigada en el pueblo que ha sabido mantenerse viva a lo largo de los años.
Esta fiesta, adaptada a los nuevos tiempos pero sin perder su esencia, ha sido destacada por estudiosos de la cultura popular como Ximo Calvo y Carles Salvador, quien la recogió en su obra Las Fiestas de Benassal.
Orígenes de la tradición
La tradición del Gall Gallet tiene raíces profundas. En épocas pasadas, cuando los maestros de escuela vivían en condiciones económicas muy precarias, los niños y niñas más mayores recorrían las masías en busca de un pavo para regalar al maestro, compensando así sus penurias. Este gesto solidario está documentado en los escritos de Carles Salvador sobre las tradiciones de Benassal.
Con el tiempo, las circunstancias cambiaron y los maestros dejaron de necesitar esta ayuda. Sin embargo, la tradición evolucionó: en 1968, la fiesta se perdió, pero en 1998, gracias al esfuerzo de la escuela y el AMPA, se recuperó, adaptándola a los tiempos modernos. Hoy, en lugar de un pavo real, se utiliza una reproducción de cartón y se ha añadido un gallo, origen del nombre actual de la fiesta.
La celebración actual
En sus inicios, la fiesta se celebraba el 6 de diciembre, día de Sant Nicolau, pero como ahora es festivo en toda España, se realiza el día 5, aprovechando que es jornada escolar. Días antes, los niños y niñas de 6.º, protagonistas de la fiesta, preparan con entusiasmo coloridas ‘llistetes’ de papel de seda.
La tarde del 5 de diciembre, toda la escuela se reúne para dar inicio al pasacalle. Los alumnos de 6.º, al frente de la comitiva, llevan una verga, una larga vara de madera que se decora con las ‘llistetes’. Siguiéndolos, en parejas, caminan los demás niños y niñas, desde los más pequeños hasta los de 5.º, observando con atención para aprender cómo les tocará hacerlo el próximo año. Según Ximo Campos, investigador de la fiesta, este momento simboliza una importante transmisión intergeneracional.
El pasacalle recorre las calles del pueblo, deteniéndose en las casas de los niños y niñas de 6.º, donde sus familiares les entregan las ‘llistetes’ preparadas. Durante el trayecto, se entonan canciones tradicionales como:
«Sant Nicolau de la Torre En Diumenge, els xiquets el paguen, i el mestre se’l menge»
o
«Gall gallet, un dineret. Gall gallot, un dinerot…»
Las calles de Benassal se llenan de alegría y tradición al ritmo de las voces infantiles.
Una tradición viva y única
Aunque el Gall Gallet es único, comparte similitudes con otras fiestas de la comarca, como las de Xert, Catí o Benicarló, donde pavos, pollos o patos también tienen protagonismo en las celebraciones de Sant Nicolau. Estas tradiciones, nacidas en un tiempo en que la vida giraba en torno al campo, nos invitan a preservar y adaptar nuestra cultura, para que las futuras generaciones puedan disfrutarla y mantenerla viva.