Con la venia: hoy hace un jueves helador...
…y llueve como si fueran a enterrar a Zafra. Que a saber quién fue el Zafra este, que solo se hizo famoso por un aguazo en su entierro.
Bueno, a lo que íbamos, os cuento que estoy más cabreao que el cormorán ese que, como es especie invasora, no tiene derecho a manduca municipal.
Lo cual es tan tremenda mohína para el animalito que -harto de hambrear- se tapiña alguna carpa en la balsa del Parque Ribalta (lo que ya es de tener mucha gusa) y luego rezonga y reniega y caga todo el día con la alas abiertas.
Mi enfado no viene de la dieta, si no de que soy bieneducao -a base de maternales pellizcos de monja- y de natural afectuoso, por lo que gusto de saludar a mis conocidos, que no son pocos. Siempre lo hice de mil amores, con alegría, de corazón. Y se me correspondía.
Pero ya no. Ahora, mis ¡Bondía!, o ¡Salud!, o ¡Yé, primo! y mis gestos cariñosos, y mis besos volatum, y mis sonrisas, se pierden en el vacío. Nadie me contesta.
Al principio me pregunté si en alguna de las copas que trasiego me colaron un bebedizo, o pastilla, o polvillo y, por causa de la ingesta, sufrí una mutación y me he quedao en Manolo el Invisible.
Pero no puede ser, me dije, que yo estoy tan federao en venenazos que hasta mis iniciales son MDMA.
Además; sobreviví durante décadas al café de la Renfe y a los cruasanes de la Transmediterránea, y nunca perdí opacidad.
Tiene que ser por otro motivo que pasan de mí, los mamertos estos.
Así que me puse a investigar, y hallé la respuesta.
Lo que sucede es que nuestros conciudadanos deambulan con el cuello en ángulo obtuso, la boca abierta y la vista fija en sus móviles.
Caminan como alunaos, ignorando semáforos, farolas, arbolicos, maceteros, cacas de can, y un largo etcétera…en el que me incluyen a mi y a mis buenos deseos.
Con esta pésima práctica, me privan dese reflejo en los vecinos que todo individuo necesita para reconocerse.
Lo cual es traumático para un anciano sensible.
Como yo mismo, sin ir más lejos.
En resumen: al igual que el cormorán de marras, llevo dentro un mosqueo blended, matured, virginia, kingsáis. Por lo que me urge restablecer mi equilibrio emocional.
A partir deste momento, cuando detecte a un conocido encelularao, le diré: ¿De paseo con tus ladillas?, o ¡Qué pulidos llevas hoy los cuernos!, o ¡Tienes pagá una autopsia!, o algo deste jaez.
Total; él no me oirá, y yo -con un poco de wasa por mi parte- rebajaré la bronca que me producen sus malas maneras.
Naturalmente seréis informados del proceso y sus resultados, y mientras tanto os sugiero que escuchéis Do It Again, en la versión de Steely Dan.
Manolodíaz.