El Ayuntamiento ha puesto en marcha un dispositivo especial de seguridad y tráfico que ha garantizado el transcurso de la jornada con normalidad.
Hoy en Castellón se ha conmemorado el Día de Todos los Santos, una jornada en la que numerosas personas han aprovechado para visitar los dos cementerios de la ciudad y rendir homenaje a sus seres queridos fallecidos. Los actos oficiales comenzaron a las 10:30 de la mañana en el Cementerio de San José, donde el Obispo de la Diócesis Segorbe-Castellón ofició la Misa en memoria de los difuntos. Al finalizar la ceremonia, a las 11:30, se llevó a cabo la tradicional ofrenda floral en la cruz central del camposanto por parte de la corporación municipal. En el Nuevo Cementerio, la Misa de difuntos se celebró a las 12:00 horas.
Con motivo de esta festividad, el Ayuntamiento implementó un dispositivo especial de seguridad y tráfico que incluyó la presencia de unos 30 agentes de la Policía Local y Agentes de Movilidad Urbana (AMU), encargados de supervisar el tráfico en las rutas de acceso a ambos cementerios. Además, se habilitaron cuatro áreas de estacionamiento con capacidad para más de 200 vehículos, así como espacios reservados para personas con discapacidad.
La alcaldesa Begoña Carrasco destacó la gran afluencia de público en este día tan importante y señaló que desde el Ayuntamiento se reforzó el servicio de autobús al cementerio para facilitar el transporte público a los ciudadanos. También se habilitaron áreas de estacionamiento especiales, conscientes de que este día genera numerosos desplazamientos debido a la tradición.
El concejal de Seguridad y Emergencias, Antonio Ortolá, expresó su agradecimiento a todos los agentes que participaron en este dispositivo especial y elogió la labor realizada, calificándola como ejemplar. Asimismo, enfatizó la importancia de fortalecer la colaboración entre las fuerzas de seguridad y las distintas áreas del gobierno para garantizar la seguridad en cada celebración.
Para facilitar el acceso al cementerio, durante estos días se abrieron todas las puertas, incluyendo las laterales, y se implementó una línea especial de autobús que conectó La Farola con ambos cementerios de la ciudad, lo que facilitó el acceso a todos los ciudadanos.