Residentes y colectivos sociales se dan cita en la Cámara Agraria para conocer la transformación del vial en un eje ciclista, peatonal y de impulso comercial
La jornada, según ha explicado el concejal de Movilidad, Jorge Ribes, “se inserta en el marco del proceso participativo que sin precedentes se ha llevado a cabo con motivo del anteproyecto y la posterior redacción del proyecto”. Junto a residentes y comerciantes, a la sesión estaban convocados desde el consistorio, representantes de la veintena de colectivos que han dado forma al citado proceso de participación ciudadana. Entre ellos, entidades vecinales y ciudadanas (Verge de Lledó, Primer Molí, Federación Provincial de la Asociación de Vecinos de Castellón o la Federación Local Asociaciones Ciudadanas), el colegio Consolación, sindicatos, el Colegio Profesional de Enfermería, la Universitat Jaume I, el Consell Social, asociaciones ecologistas o la Cámara de Comercio. A la jornada informativa ha asistido también el concejal de Urbanismo, José Luis López, y otros concejales del equipo de gobierno, como David Donate, Mary Carmen Ribera y Fernando Navarro.
Ribes, acompañado de representantes de la adjudicataria, la UTE Becsa-Telecso, ha destacado durante su intervención que la peatonalización de la avenida Lidón es una actuación de futuro para la ciudad de Castelló “contemplada ya en el Plan de Movilidad de 2007 y en su actualización de 2016” y para la que en todo este tiempo y “bajo gobiernos de diferente color político” ha habido “siempre una voluntad de ejecución”.
El objetivo principal de la actuación es transformar esta emblemática avenida en un gran eje para viandantes pero también en un espacio de encuentro, de ocio saludable e impulso comercial. Para mostrar el impacto ambiental, social y económico del proyecto, se ha proyectado un vídeo y se han instalado paneles informativos que muestran con más detalle las claves de la actuación, que entre otros efectos contribuirá de forma notable a reducir la huella de carbono al descender el tráfico pesado. Se estima en casi un 40% la caída global de emisiones de gases de efecto invernadero en todo el vial, un porcentaje que rebasaría el 80% en algunos tramos. Estos paneles se quedarán expuestos en la Cámara Agraria, para que los interesados puedan consultarlos.
El proyecto implica el desarrollo de un carril bici de 1,5 kilómetros entre la plaza María Agustina y la basílica de Lledó “que conectará además el centro de la ciudad con la playa gracias al carril bici ya existente en el Camí La Plana y que enlazará con el de la avenida Lidón en la rotonda de la ronda Norte, por lo que supondrá además una entrada segura en bicicleta desde la circunvalación”, ha indicado Ribes.
La remodelada avenida incluirá un paseo peatonal central que tendrá un ancho de entre 4 y 7 metros durante todo el recorrido, y la situará “como un paseo vanguardista tanto desde una perspectiva estética como funcional, convirtiéndolo en espacio de referencia del centro de la ciudad”, ha reseñado Ribes. Al favorecer el tránsito de personas que eligen moverse a pie o en bicicleta, y reducir la presión del tráfico rodado y los desplazamientos rápidos, se promueve un modo de vida más pausado que suma tiempo para transitar por la ciudad y detenerse en los comercios, un gesto que ayuda al tejido comercial local y a crear barrio. En este sentido, el responsable de Movilidad ha recordado que Castelló sigue el camino de otras ciudades europeas que están apostando por este modelo de zonas comerciales incluidas en espacios peatonales.
Otro de los retos que ayudará a alcanzar la remodelación de la avenida Lidón es el de consolidar la red de entornos escolares seguros. La intervención prevista junto al colegio Consolación, concretamente en la rotonda Tombatossals, permitirá limitar el tráfico rodado en esta zona e implementar por otro lado un espacio de encuentro con juegos infantiles y zona de descanso que incrementará al mismo tiempo la seguridad durante las entradas y salidas de escolares al centro.
Sobre las plazas de aparcamiento, se ha traslado al público el incremento de las mismas en la zona de actuación, de las 397 actuales a 435. En ellas se incluyen las contempladas en las dos zonas de estacionamiento que van a crearse y que podrán usarse por residentes y también como parkings disuasorios. Una se ubicará entre las calles Juan Herrera y Francisco Rule, con unas 90 plazas, y la otra en la calle Calderón de la Barca, con alrededor de 238 plazas, que pasarán de cordón a batería. Además se mantienen las de la avenida Lidón y Madre María Rosa Molas. Se garantiza una distancia máxima caminando de 5 minutos desde las zonas de estacionamiento existentes al centro. Ribes ha incidido, en relación a la reordenación del tráfico rodado, en que “evidentemente ni habrá desabastecimiento, ni existirá ningún problema de acceso a ningún vado ni plaza de garaje particular, ni existirá ninguna dificultad para realizar cargas y descargas, ni por supuesto se limitará el acceso para vehículos de emergencias o similares”.
Plan de obras
Por su parte, desde la empresa adjudicataria, la UTE Becsa-Telecso, se ha explicado el plan de obras, que tendrán una duración de 11 meses y arrancarán en los próximos días. Divididos en tres fases, los trabajos arrancarán en el trazado más alejado del centro urbano, el comprendido entre la ronda Norte y la basílica, “por tratarse del que menos residentes concentra y menos molestias generará”. Las obras seguirán en el tramo 2, entre la ronda Norte y la rotonda de Tombatossals, y hacia el mes de julio, “una vez concluido el curso escolar y aprovechando el periodo vacacional para minimizar la afección a vecinos, escolares y comercios”, los trabajos se centrarán en el tramo 1, entre Tombatossals y la plaza María Agustina.