
Se están intensificando los esfuerzos en áreas rurales y periurbanas, donde es más común la acumulación de agua estancada tras las lluvias, así como en imbornales cercanos a centros de salud, colegios y residencias de mayores.
La concejalía de Salud Pública continúa llevando a cabo un plan intensivo de control para prevenir la proliferación de plagas de mosquitos, con un refuerzo especial debido a las recientes lluvias persistentes y al aumento de las temperaturas. Estas acciones se enmarcan dentro del nuevo contrato adjudicado por el actual gobierno municipal, que implica una inversión casi un 30% mayor que la realizada por la administración anterior.
El concejal de Salud Pública, Luciano Ferrer, ha explicado que “el contrato que heredamos del gobierno anterior era de 55.200 euros. Nosotros lo incrementamos inicialmente hasta los 71.000 euros, lo que representaba ya un 15% más. Sin embargo, recientemente hemos dado un paso más, aumentando la inversión hasta los 80.010 euros, es decir, un 26% más que el contrato anterior. Este esfuerzo presupuestario demuestra el compromiso de este equipo de gobierno con la salud pública y el bienestar de los vecinos”. Ferrer ha destacado que “ahora contamos con un contrato casi un 30% superior al que teníamos hace dos años y trabajamos todos los días del año en este asunto. Estamos gestionando de manera seria y eficaz un tema que afecta directamente a la calidad de vida de la ciudadanía”.
Actuaciones continuas y sistemáticas en las zonas más sensibles
Los trabajos de campo que se están llevando a cabo se centran en intervenciones continuas y sistemáticas en los puntos ya identificados como focos potenciales de reproducción. En estas áreas se aplican tratamientos larvicidas, utilizando productos específicos que impiden la eclosión de mosquitos adultos. Estos tratamientos se dosifican cuidadosamente y se adaptan a las características de cada zona, con el objetivo de maximizar su efectividad sin dañar el entorno natural.
Además, cuando las condiciones lo requieren, estos tratamientos se complementan con intervenciones adulticidas, empleando insecticidas homologados y seguros tanto para las personas como para el medio ambiente. Actualmente, los esfuerzos se están intensificando en áreas rurales y periurbanas, donde la acumulación de agua estancada es más frecuente tras las lluvias, así como en los imbornales cercanos a centros de salud, colegios, residencias de mayores y otras zonas con alta concentración de personas.
Colaboración ciudadana
El Ayuntamiento también está respondiendo rápidamente a los avisos vecinales recibidos a través de los canales oficiales. “Esta comunicación directa con la ciudadanía permite actuar con mayor agilidad en la detección de nuevos focos, garantizando así una respuesta inmediata y eficaz en todos los distritos del municipio”, ha señalado el concejal de Salud Pública.
Ferrer ha subrayado que “nosotros trabajamos de forma constante en las zonas públicas, pero los vecinos también deben tomar las medidas necesarias en las zonas privadas. La colaboración ciudadana es fundamental. Lo más importante es revisar patios, jardines o recipientes donde se pueda acumular agua, y en caso de detectar focos, comunicarlos al correo sanidad@castello.es”.
Por último, Ferrer ha querido insistir en que “este plan no es puntual ni estacional, sino que responde a una estrategia de prevención activa que se lleva a cabo a lo largo de todo el año. El control de plagas requiere constancia, planificación y recursos. Y eso es exactamente lo que está haciendo este equipo de gobierno. No vamos a bajar la guardia, porque la salud de nuestros vecinos es una prioridad para nosotros”.