
Con todos los ojos puestos en la meteorología, los castellonenses se han congregado en el centro de la ciudad recorrer unos 8 kilómetros hasta el Castell Vell, simbolizando el origen de la fundación de Castellón.
Este año, Castellón ha vuelto a revivir una de sus tradiciones más emblemáticas: la Romería de Les Canyes, que, 650 años después de sus primeras referencias históricas, sigue siendo el gran acto de hermandad que da inicio a las Fiestas de la Magdalena. Con un cielo despejado y una asistencia masiva, destacando la esencia de la identidad y el orgullo castellonense, la ciudad ha experimentado un peregrinaje multitudinario, cifrado por el consistorio en 165.000 personas, cifra similar a la del año anterior.
Las fiestas de la Magdalena, que se celebran del 22 al 30 de marzo, tienen su mayor expresión en esta romería histórica, que, a pesar del paso del tiempo, sigue siendo el punto de encuentro de vecinos y visitantes de todas las edades. Como manda la tradición, el primer domingo de las fiestas, con todos los ojos puestos en la meteorología, los castellonenses se han congregado en el centro de la ciudad para comenzar un recorrido de 8 kilómetros hasta el Castell Vell, simbolizando el origen de la fundación de Castellón.
La jornada comenzó a las 06:30 horas, cuando la campana Vicent comenzó a tañir anunciando el inicio de las festividades. Desde temprano, la Plaza Mayor se llenó de romeros dispuestos a recoger alguna de las 25.000 cañas que el Ayuntamiento repartió en el Mercado Central. A lo largo de la mañana, familias, collas de amigos y miembros de entidades festeras, ataviados con blusón negro y pañuelo verde, se unieron al recorrido, muchos de ellos después de haber roto el ayuno con la tradicional «figa y doset» y otros manjares típicos.
El evento también contó con la presencia de la comitiva oficial, encabezada por la alcaldesa, Begoña Carrasco, junto a la corporación municipal y las reinas de las fiestas, Carla Torres y Carla Ibáñez. A pesar de la ausencia del president de la Generalitat, Carlos Mazón, importantes representantes políticos como la ministra de Ciencia, Diana Morant, y el secretario de Estado de Política Territorial, Arcadi España, entre otros, participaron en la jornada.
La Colla de Dolçainers i Tabaleters proporcionó la música que acompañó a los romeros durante todo el recorrido. Tras la misa de romeros, el grupo se dirigió a la ermita de Sant Roc de Canet para un almuerzo tradicional con platos como tortilla de habas, longaniza y la clásica coca de tomate.
El buen tiempo continuó acompañando la marcha, que prosiguió hacia el ermitorio de la Magdalena. En el Castell Vell, muchos romeros se alinearon para tocar la campana, cuyo tañido incesante marcó el final de la primera parte de la peregrinación. Los asistentes aprovecharon el momento para desplegar sus vituallas y disfrutar de una comida campestre en las inmediaciones, así como de la tradicional paella monumental.
Al finalizar el almuerzo, algunos romeros regresaron en autobuses, mientras que otros se decidieron a caminar de vuelta a pie, en lo que se conoce como la «tornà». Esta ruta simbólica sigue el antiguo camino romano del Caminás hasta la basílica de la Virgen del Lledó, recordando la tradición: «Si vas a la Magdalena y no paras en Lledó, no puedes decir con la boca llena que eres hijo de Castellón».
La jornada culminará con una pireotécnia a cargo de Peñarroja, que disparará un impresionante remate aéreo en la calle María Rosa Molás, mientras que a las 20:00 horas tendrá lugar el acto final de Les Tres Caigudes en el Forn del Pla.
El día continua con el Desfile de Gaiatas a las 20:30 horas, que recorrerá varias calles de la ciudad, desde San Roque hasta la avenida Rey don Jaime, llevando a Castellón a vivir un día lleno de tradición, hermandad y fiesta.
Fotografía portada: Lidia Martí
Programación domingo 23 de las Fiestas de la Magdalena 2025 en Castellón