Comienza el juicio a Luis Rubiales por el beso a Jenni Hermoso

Comienza el juicio a Luis Rubiales por el beso a Jenni Hermoso

Albert Luque, Jorge Vilda y Rubén Rivera, también enfrentan pena de cárcel por las presuntas coacciones posteriores a Jenni Hermoso.

 

Desde este lunes, la Audiencia Nacional (AN) está celebrando el juicio contra Luis Rubiales, expresidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), acusado de un beso no consentido a la jugadora de la Selección femenina Jenni Hermoso, así como las presuntas coacciones que sufrió tras el incidente. La Fiscalía solicita una condena de 2 años y 6 meses de cárcel por este delito, mientras que los exdirectores de la Selección española, Albert Luque, y de la Selección femenina, Jorge Vilda, junto al exresponsable de Marketing de la RFEF, Rubén Rivera, enfrentan una pena de 1 año y 6 meses por un delito de coacciones.

Las acusaciones de Jenni Hermoso, respaldadas por la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE), exigen también que Rubiales sea prohibido de acercarse a la jugadora a menos de 500 metros durante cuatro años.

Un total de cerca de un centenar de periodistas de alrededor de 70 medios de comunicación y productoras han sido acreditados para seguir de cerca el juicio. Entre ellos, al menos 15 medios internacionales de países como Australia, Francia, Alemania, Reino Unido, Estados Unidos, México y Colombia, lo que convierte a este proceso en uno de los más mediáticos en la historia de la Audiencia Nacional.

Jenni Hermoso, primera testigo

El juicio comenzó con las cuestiones previas, y el mismo lunes, Jenni Hermoso, la que fuera directora de fútbol femenino en la RFEF, Ana Álvarez, y la entonces jefa de prensa de la Selección femenina, Patricia Pérez, declararon como testigos. El martes, se prevé la comparecencia de varios testigos clave, entre ellos Luis de la Fuente, seleccionador masculino, y Javier López Vallejo, psicólogo de la Selección femenina. El miércoles, se incorporarán al juicio más testigos, como el hermano de Hermoso, Rafael Hermoso, y varias futbolistas, entre ellas Alexia Putellas, Irene Paredes, y Laia Codina.

Además, el juicio continuará el 10 de febrero con la declaración de las hijas de Rubiales, a propuesta del propio acusado, y de varios otros testigos clave, como la seleccionadora femenina Montserrat Tomé. También se espera la intervención de un testigo propuesto por Rubén Rivera y tres peritos defendidos por Luis Rubiales.

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El relato de la Fiscalía

La Fiscalía comienza su exposición sobre los hechos ocurridos el 20 de agosto de 2023, en Sidney (Australia), donde, durante la entrega de medallas a las jugadoras de la Selección española femenina tras ganar el Mundial, Luis Rubiales propinó un beso a Jenni Hermoso sin su consentimiento, sujetando su cabeza con ambas manos. Este acto provocó una serie de presiones y coacciones sobre Hermoso, tanto directas como a través de su entorno familiar y social, con el fin de que justificara públicamente el beso que había recibido en contra de su voluntad.

La Fiscalía subraya que Rubiales, Vilda, Rivera y Luque formaban parte de su círculo de confianza dentro de la RFEF, y que todos ellos participaron en el hostigamiento y las presiones sobre la jugadora para que aceptara el beso. A su regreso a España, durante el vuelo de vuelta desde Australia, Rubiales insistió en que Hermoso participara en una declaración pública conjunta afirmando que el beso había sido consentido, algo a lo que la jugadora se negó rotundamente.

Presiones y coacciones en Ibiza

La Fiscalía también describe los hechos ocurridos entre el 22 y el 25 de agosto de 2023 en Ibiza, durante un viaje posterior al Mundial, en el que Rubén Rivera intentó forzar a Hermoso a grabar un vídeo en el que exculpaba a Rubiales. Ante la negativa de Hermoso, Albert Luque se trasladó a Ibiza para presionar a la jugadora, e incluso trató de influir a través de la amiga de Hermoso, Ana Ecube, lo que finalmente culminó en mensajes de WhatsApp en los que Luque amenazaba a Hermoso con consecuencias laborales si no ayudaba a Rubiales.

La Fiscalía ha presentado un caso sólido de hostigamiento y coacciones, que involucraron no solo a Rubiales, sino también a sus más cercanos colaboradores dentro de la RFEF, en un intento por silenciar a Hermoso y forzarla a justificar públicamente el beso no consentido.

Fotografía portada: X/@rfef