Los condenados descuartizaron el cadáver y trasladaron los restos en coche hasta un paraje de Gestalgar, donde los incineraron.
El jurado popular ha declarado culpables a dos de los cuatro acusados del crimen de Gestalgar (Valencia), al considerar probado que mataron al casero en la vivienda que compartían, lo descuartizaron y posteriormente quemaron su cadáver. Los condenados son la madre y su entonces pareja, quienes fueron hallados responsables de un delito de homicidio, pero no de asesinato, ya que el jurado no ha apreciado alevosía en los hechos.
El tribunal no ha considerado probado que la víctima estuviera dormida en el sofá cuando fue atacada, lo que ha llevado a descartar la alevosía, un elemento clave para que el delito se calificara como asesinato. Por ello, se les ha considerado autores de homicidio.
Por otro lado, la hija de la principal acusada y su novio han sido puestos en libertad, ya que no se ha demostrado que participaran en el plan para cometer el crimen. Sin embargo, los cuatro acusados han sido declarados culpables de un delito de profanación de cadáver.
Otros delitos imputados
A la pareja condenada por homicidio se le imputaba también un delito de falsedad documental. No obstante, el abogado de la mujer, Pablo Marín, logró que en los hechos probados conste que el contrato de arrendamiento ficticio, que intentaron utilizar para quedarse con la vivienda del fallecido, nunca salió del inmueble ni se presentó ante ninguna Administración Pública.
Asimismo, el jurado ha determinado que la madre, su expareja y la hija de esta son culpables de un delito de estafa.
Los hechos
El crimen ocurrió en junio de 2022 en una vivienda donde la víctima tenía arrendada una habitación a la madre y su hija. Tras acabar con su vida, los condenados descuartizaron el cadáver y trasladaron los restos en el coche del novio de la hija hasta un paraje de Gestalgar, donde los incineraron con la intención de hacer desaparecer cualquier rastro del crimen.
Con esta sentencia, se pone fin a un caso que conmocionó a la opinión pública por la brutalidad de los hechos y la frialdad con la que se llevaron a cabo.
Fotografía portada: Ciudad de la Justicia de València/GVA.