A pesar de la derrota, el Amics Castelló dejó buenas sensaciones y valiosas lecciones de cara a sus próximos compromisos, clave en la lucha por la permanencia.
El Amics Castelló no pudo dar la campanada frente a un Flexicar Fuenlabrada que sigue demostrando por qué es uno de los grandes favoritos al ascenso a la ACB. A pesar de la dificultad del reto, el equipo castellonense plantó cara en los primeros compases del encuentro, liderado por un inspirado Gaizka Maiza, que destacó tanto en la anotación como en la dirección del juego. Sin embargo, la precisión exterior del conjunto madrileño y las pérdidas de balón locales comenzaron a marcar diferencias.
Conscientes de la situación, los de Frederic Castelló ajustaron su defensa para frenar el ímpetu visitante y mantenerse en la pelea. En ese tramo emergió Jaylen Tate, máximo anotador del equipo, bien secundado por Okouo, que se hizo fuerte en la pintura. No obstante, el Fuenlabrada no aflojó y encontró en Jorgensen un auténtico martillo ofensivo, mientras que Westerman sacaba partido a su físico para generar ventajas.
Tras el descanso, el Amics Castelló intensificó su presión defensiva y logró encadenar varias canastas de calidad. Okouo vivió sus mejores minutos, dominando el rebote, y el empuje local tuvo premio cuando dos acciones seguidas de Tate y el pívot congoleño acercaron el marcador hasta un emocionante 58-64. Pero cuando parecía que el duelo se igualaba, los errores del Amics fueron castigados con acierto por el Fuenlabrada, que volvió a estirar la diferencia con su letal puntería exterior antes del último cuarto.
En la recta final, los castellonenses siguieron peleando con garra, pero la falta de tiempo y la precipitación en ataque impidieron la remontada. Cada acercamiento local era respondido con solvencia por el conjunto madrileño, que terminó llevándose la victoria con justicia. A pesar de la derrota, el Amics Castelló dejó buenas sensaciones y valiosas lecciones de cara a sus próximos compromisos, clave en la lucha por la permanencia.
