Decisiones caprichosas que no benefician más que a unos pocos en detrimento de la comodidad del resto
Los vecinos del Bulevard Vicente Blasco Ibáñez llevan años padeciendo la “obediencia” del Ayuntamiento a los caprichos de unos pocos vecinos que se han erigido en portavoces del barrio, sin que nadie les apoye ni les haya nombrado
Esta es la opinión generaliza, cuando con ellos hablas, de los vecinos del Bulevard Vicente Blasco Ibáñez. “Hay unos pocos vecinos a los que les molesta todo y a los que incomprensiblemente el Ayuntamiento hace caso”, afirman.
Los vehículos, con la colocación de los bolardos oportunos, no podrán atravesar los tres cruces intermedios de la calle.
El ayuntamiento ha puesto como disculpa la velocidad de los vehículos, algo absurdo porque la medida permitirá más velocidad al no haber cruces.
Actualmente, para cambiar de sentido en el Bulevard, una vez pasada la rotonda de la Ciudad de la Justicia, debes ir hasta el Auditorio, y si haces el recorrido en sentido contrario, por la Calle Columbretes, debes ir hasta la Avenida del Mar para entrar en el Bulevard, ya que Columbretes tiene línea continua en todo su recorrido o prohibido expresamente girar a la izquierda, como es el caso del cruce con Rafalafena.
Cortar calles, no permitir giros ni cambios de sentido, no parece la forma más adecuada de prestar servicio al ciudadano, que se verá obligado a dar un rodeo para acceder a su vivienda o a su garaje.
Otras ciudades han acabado con el problema del exceso de velocidad instalando radares urbanos. Castellón lo hace poniendo obstáculos “mata amortiguadores” y recortando la movilidad de los vehículos con absurdas medidas…¿Para contentar a unos pocos?
