La Generalitat pide trabajar con la Unión Europea para lograr “una desescalada” que permita el “arancel cero” para la industria de la Comunitat.
El Consell de la Generalitat Valenciana ha anunciado la creación de un «mapa de afectación» para evaluar el impacto de los nuevos aranceles impuestos por Estados Unidos, una medida que busca identificar con precisión los sectores, comarcas y empresas más perjudicadas para diseñar «acciones casi quirúrgicas» de apoyo. Así lo ha explicado la consellera de Innovación, Industria, Comercio y Turismo, Marián Cano, tras una reunión celebrada este lunes por la tarde en el Palau de la Generalitat con agentes económicos y sociales, en la que también se ha solicitado al Gobierno de España y a la Unión Europea la creación de un fondo de ayuda para mitigar los efectos de esta política arancelaria.
El encuentro, encabezado por el presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, junto a Cano y el conseller de Agricultura, Agua, Pesca y Ganadería, Miguel Barrachina, tuvo como objetivo analizar las consecuencias de las tarifas anunciadas por el presidente estadounidense Donald Trump. Participaron representantes clave de la economía valenciana, como Salvador Navarro (presidente de la Confederación Empresarial de la Comunitat Valenciana, CEV), Vicente Folgado (vicepresidente de Cámara Valencia), Carlos Baño (presidente de la Cámara de Alicante), Ana García (secretaria general de CCOO PV), Tino Calero (secretario general de UGT PV), el presidente de Femeval, Vicente Lafuente, y el presidente de Ateval, Pepe Serna, entre otros.
Al evento asistieron representantes de diversos sectores, entre los que se incluyen el agroalimentario, metalmecánico, automoción, calzado y sus componentes, cerámica, fritas y esmaltes, así como los ámbitos de la energía, plásticos, industria química, textil, mueble, juguetes, equipamiento de baño y artículos destinados a la infancia.
Un mensaje de «tranquilidad» y medidas específicas
Durante la reunión, tanto empresarios como sindicatos trasladaron un mensaje de «tranquilidad» a la ciudadanía y las empresas, destacando la «madurez» y fortaleza de los sectores productivos valencianos. Marián Cano subrayó la importancia de este mapa de afectación para adoptar medidas personalizadas, afirmando,
Las acciones deben ser casi quirúrgicas, atendiendo a la particularidad de cada sector y empresa.
Entre las propuestas planteadas por los sectores se encuentra la diversificación de mercados y el refuerzo de ayudas para la promoción internacional.
La consellera abogó por una «desescalada» en las tensiones comerciales con Estados Unidos, defendiendo una postura firme pero dialogante por parte de la UE. En este sentido, valoró positivamente la propuesta de la Comisión Europea de aranceles cero para la industria y pidió un fondo de ayuda financiado tanto por la UE como por el Gobierno español, que recauda un 25% de los aranceles. «Esos fondos deben gestionarse con transparencia y en coordinación con las comunidades autónomas y los sectores afectados», recalcó Cano, quien también exigió a Bruselas mayor vigilancia aduanera, igualdad de condiciones para los productores europeos y una simplificación administrativa que evite la «sobrerregulación».
Colaboración estrecha con los sectores implicados
La consellera de Innovación, Industria, Comercio y Turismo ha afirmado con firmeza que “trabajaremos estrechamente con todos los sectores implicados, con el objetivo de identificar sus necesidades más urgentes y ofrecerles toda la capacidad de acción, tanto ejecutiva como legislativa, que el Consell tiene a su disposición”.
En este sentido, ha anunciado que una de las primeras medidas será “poner en marcha los mecanismos necesarios para observar en tiempo real los efectos negativos del incremento de los aranceles, así como desarrollar un mapa de impacto que nos permita planificar una estrategia de protección para nuestras empresas, su personal y también para los consumidores”.
La responsable del área ha reiterado el compromiso del Consell de apoyar a las empresas, destacando su “gran capacidad de adaptación para sortear obstáculos, buscar nuevas alternativas y transformar los retos en oportunidades”.
Asimismo, ha subrayado la importancia de “ampliar los mercados de destino para reducir la dependencia de Estados Unidos, reforzando especialmente los vínculos comerciales con regiones como Mercosur, la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático, y afianzando al mismo tiempo las relaciones dentro del mercado europeo”.
También ha hecho énfasis en el respaldo del Consell para impulsar la inversión en investigación, desarrollo e innovación (I+D+i), con el propósito de elevar la calidad y competitividad de los productos valencianos en el escenario internacional. Además, ha apelado a una mayor cooperación entre sectores para “fortalecer las alianzas empresariales y trabajar de forma conjunta en la búsqueda de soluciones que nos hagan más resilientes”.
Sectores productivos con mayor afectación en la Comunitat Valenciana
Entre los sectores más perjudicados de la Comunitat Valenciana destacan la industria del automóvil y sus empresas auxiliares y de componentes. Otro sector altamente afectado es el cerámico, especialmente el de azulejos, dado que Estados Unidos es su principal cliente en el exterior, representando cerca del 10% de la facturación total.
La industria agroalimentaria también figura entre las más expuestas: durante el año pasado exportó productos a Norteamérica por un valor de 366 millones de euros. En el caso del calzado, las ventas al mercado estadounidense alcanzaron los 126 millones. Por su parte, el sector químico, la maquinaria industrial y el biodiésel concentran el 17,6% de su volumen de ventas en ese mismo mercado.
Relación preferente con Estados Unidos
Marián Cano ha destacado que Estados Unidos ha sido tradicionalmente un socio comercial “estable y de confianza” para la Comunitat Valenciana, una relación que ha resultado “beneficiosa para ambas partes”.
En la actualidad, Estados Unidos es el principal socio comercial de la Comunitat fuera del entorno de la Unión Europea. En 2024, ocupó el cuarto puesto entre los destinos de exportación de productos valencianos, con un volumen de ventas que alcanzó los 2.850 millones de euros.
En total, más de 8.500 empresas de la Comunitat Valenciana participan en operaciones de exportación e importación, y cerca de 150 compañías tienen presencia establecida en Estados Unidos. Además, unas 4.300 empresas realizaron exportaciones en 2024, de las cuales una tercera parte son exportadoras habituales.
Llamamiento a la competitividad y la autonomía energética
Cano insistió en la necesidad de que el Gobierno central y la UE trabajen en la competitividad industrial y refuercen la autonomía energética, proponiendo, por ejemplo, la prolongación de la vida útil de la central nuclear de Cofrentes. Asimismo, destacó la importancia de una política fiscal que apoye a las empresas valencianas, muchas de las cuales son líderes en exportación.
Empresarios y sindicatos: unión y coordinación
Desde el ámbito empresarial, Salvador Navarro (CEV) enfatizó la potencia del sector exportador valenciano y llamó a una respuesta «conjunta y meditada» desde Europa, además de pedir a los gobiernos autonómico y central que reduzcan la «crispación política». Por su parte, Vicente Folgado (Cámara Valencia) reafirmó el compromiso de las cámaras de comercio en fomentar la internacionalización y destacó la solidez de los sectores afectados.
Los sindicatos, por su lado, apostaron por medidas de protección laboral. Ana García (CCOO PV) sugirió la activación del mecanismo RED —un instrumento de flexibilidad laboral en crisis— acompañado de compensaciones económicas por parte de la Generalitat si fuera necesario. Tino Calero (UGT PV) abogó por un acuerdo con Estados Unidos que minimice el impacto, un refuerzo del mercado interior europeo y la apertura a nuevas inversiones extranjeras, además de pedir «altura de miras» a los partidos políticos ante esta «cuestión de Estado».