
El Botánico de Ximo Puig abrió la Unidad de Trasplantes de Castelló pero ahora la sanidad pública no es prioridad para el Partido Popular.
Hoy que Satanás regresa a la Casa Blanca para emprender una cruzada ultra a escala planetaria, tenemos la satisfacción de vivir en la tierra más solidaria, en la provincia de Castellón, el lugar del mundo que cuenta con la mayor tasa de donaciones de órganos: 95 por cada millón de habitantes. La española es 52’6, la de la Comunitat Valenciana 57’4, la europea 22 y la de Alemania 11.
Lo dicen las cifras oficiales de 2024, que explican que en Castelló se realizaron 52 trasplantes renales para devolver la vida o una óptima calidad de vida a quienes llevaban años malviviendo.
Un hito que han hecho posible muchas personas, entre otras, el fallecido presidente de Alcer Castalia, Juan Doménech, el President Ximo Puig y su último conseller de sanidad, Miguel Mínguez. Su determinación resultó fundamental para que en marzo de 2023 entrase en funcionamiento la Unidad de Trasplantes del Hospital General de Castelló.
Con la decisión del Botánico de activar en marzo de 2023 la Unidad de Trasplantes de Castelló aumentaron de forma considerable las posibilidades de que los enfermos fueran trasplantados porque la inmediatez resulta vital.
Un servicio que Doménech reivindicó de forma reiterada porque sin él, siendo Castellón una provincia líder en donaciones, las posibilidades de ser trasplantado se reducían de forma considerable al jugar un papel básico la inmediatez y la urgencia.
El presidente de Alcer Castalia alzó su reivindicación hasta la extenuación en un contexto en el que Puig y Mínguez supieron escuchar y actuar.
También empujaron lo suyo el presidente de la Diputación de la época, el socialista José Martí, y alcaldesa socialdemócrata de Castelló, Amparo Marco.
Eran tiempos de pandemia y pospandemia en los que el compromiso de las instituciones valencianas resultaba claro y meridiano, justo lo contrario de lo que sucede hoy, ya que como denunciaba hace unas horas el diputado autonómico socialista, Rafa Simó, “la sanidad pública no es una prioridad para la Generalitat Valenciana del PP”.
La sanidad pública no es una prioridad para Carlos Mazón y el PP; mientras Marta Barrachina y Begoña Carrasco callaban, en 2024 no se ejecutó ni un solo euro de los presupuestos del nuevo Hospital General de Castelló.
Como ejemplo recordaba que “en 2024 no se ejecutó ni un euro de los presupuestos para el nuevo Hospital General de Castelló, ni para los centros de salud de Forcall, Benicarló, Moncofa o Torrehermosa de Vila-real”, programados por el Botánico de PSOE, Compromís y Podemos.
Una triste realidad con responsables: el presidente a la fuga, Carlos Mazón, y su conseller de sanidad, Marciano Gómez. Ambos cuentan con el sumiso y cómplice silencio de la presidenta del PP provincial y de la Diputación de Castellón, Marta Barrachina; la alcaldesa de Castelló, Begoña Carrasco; el alcalde de Benicarló, Juanma Cerdá; y el alcalde de Moncofa, Wenceslao Alós.
Rafa García. Periodista