Nervios en el PP valenciano (y de la provincia de Castellón) tras la semana horribilis del president, la mayor rémora electoral conocida.
La zozobra se ha apoderado del PP en la Comunitat Valenciana ante la deriva por la que transita el nada honorable Carlos Mazón, un president a la fuga que no puede salir a la calle y huye vergonzantemente de la prensa y la ciudadanía. Eso sí, a veces se para ante los micrófonos para, con un tono chulesco y altanero, insultar la inteligencia del común de los mortales y provocar un daño innecesario añadido a las familias golpeadas por la dana.
Lo grave no es que 30.000 personas pidieran el sábado su dimisión en València, el drama es que no puede ir a ningún sitio, ni a la crida de les falles, ni a la primera mascletà del ciclo fallero.
Tiene lógica el nerviosismo de los dirigentes del PP tras una semana tan horribilis como la protagonizada por el mentiroso Mazón, porque aunque la Comunitat Valenciana sea electoralmente diestra, saben que el camino más corto hacia la derrota se recorre a lomos de la estulticia, la incompetencia y la mentira (11-M de 2004).
Mazón es la mayor rémora electoral conocida y comparecer a su lado supone un marronazo para la alcaldesa Carrasco y la presidenta Barrachina. En esta provincia también está el hándicap ‘made in Castelló’ llamado Salomé Pradas.
No está a salvo la provincia de Castellón, donde ya es un marronazo para la alcaldesa Carrasco y la presidenta (de la Diputación) Barrachina comparecer junto al apestado Mazón, la mayor rémora electoral conocida.
La marca Partido Popular está afectada en toda la valencianía y en nuestra provincia pesa como una segunda losa el hándicap made in Castelló, Salomé Pradas. La incompetencia se escribe con las siglas del PP.
Hay motivos para el nerviosismo, aunque sorprende que todo un concejal capitalino acabe bloqueando a quien le afea en Facebook ‘el tonito’ de respuesta a una crítica ciudadana sobre la gestión económica del Ayuntamiento. Menos mal que a, pesar de Donald Trump y la tecnocasta, el globo terráqueo sigue siendo redondo y nadie impide la libre expresión en redes.
Una vez resueltas las primarias del PSPV-PSOE en Castellón, el ganador Samuel Falomir anuncia que contará “con los mejores” y la candidata alternativa, Isabel Albalat, dice que ha iniciado un camino “por el que voy a seguir luchando”.
Y en estos tiempos de zozobra popular, el Partido Socialista de la provincia celebró ayer sus primarias para la secretaría general, que volvió a ganar ampliamente Samuel Falomir, quien dijo que contará “con los mejores” para recuperar alcaldías, la Diputación y la Generalitat.
Por su parte, la candidata alternativa, la alcaldesa de Albocàsser, Isabel Albalat, aseguró que lo de anoche no era el final de nada porque durante la campaña ha iniciado “un camino por el que voy a seguir luchando”.
La militancia ha hablado y ahora toca conformar una nueva dirección para transitar por la senda del éxito y recuperar el enorme poder institucional perdido en 2023. Se trata de ganar para que la gente viva mejor, de confrontar la gestión de la pandemia de Ximo Puig frente al desastre de la dana con Carlos Mazón, superar los recortes del PP y recuperar el Fondo de Cooperación en la Diputación que asegure a los pueblos una justa financiación, sin que los alcaldes tengan que ir a palacio a mendigar.
Rafa García. Periodista
