Abrahán Guirao, presidente de la Asociación Conquistando Escalones, aguardaba con ilusión singular la llegada de Rototom dos mil veintidós.
Aparte de por gozar del festival, la causa benéfica del festival mediante su recogida de vasos está dedicada, con la ayuda de CASDA a la colecta de fondos para investigación de su enfermedad. Hoy martes a las 11:00 tenía una asamblea in situ con la organización para hacer el recorrido por todas y cada una de las instalaciones del festival y terminar de delimitar detalles a trasladar a voluntarios. Mas no ha podido ir. A pesar de llevar prácticamente una semana intentándolo, no ha logrado transporte.
Abrahán se mueve en silla de ruedas eléctrica en un caso así precisa transporte adaptado, un taxi, para poder ir al Rototom y más esencial aún, regresar a su casa. Su sueño sería poder, como cualquier otra persona, llamar en el instante que desee y pueda ir a fin de que un taxi le llame y le recoja. La realidad es más dura:
Ni procurando reservar con días de antelación es posible.
Guirao además comenta,
En la provincia de Castellón son contados los taxis adaptados con los que se cuenta hoy día. En otras urbes se alternan para ofrecer un servicio 24h como a cualquier persona. Aquí la mayor parte trabaja solo de día, es bastante difícil lograr disponibilidad. Otros de forma directa te afirman que por la noche trabajan aunque si les sale un servicio de un conjunto abundante a la capital de España o Barcelona, si bien no sea de personas con discapacidad, lo admiten pues les sale más rentable. Y otros que a pesar de tenerlo adaptado se dedican más al servicio de asistencia en carretera para las empresas de seguros, que les da más desempeño económico.
En el Rototom -explica- se aúna otro inconveniente.
La Delegación de Transportes del Gobierno de Castellón solo autoriza la recogida de asistentes a taxistas de en torno a Benicàssim. Hablando con ellos y entendiendo estas medidas para los taxis normales, no comprenden que esto es un servicio singular que no me presta absolutamente nadie. Tengo libre un taxi adaptado de Sant Joan de Moró, al que amenazan con sancionar si va a recogerme.
Lamenta.
Guirao concluye, con impotencia:
Te fuerzan a quedarte castigado, apartado o bajo tu peligro si logras transporte para la ida, no saber si podrás regresar a casa. Lo del Rototom es la gota que ha colmado el vaso, mas es una situación de hace muchos años, aparte de muchas veces con costos exagerados y humillaciones. Si bien estoy agradecido a taxistas con empatía que desean y no les dejan trabajar que nos apoyan y animan a denunciar.
Aún con todo y aún con esperanzas de poder ir al festival, tanto Abrahán Guirao como desde la asociación desean animar a ir al Rototom, gozar del festival y cooperar con la campaña “El VIH también salva vidas”, bien donando en los puntos establecidos o a los voluntarios su vaso ya antes de irse o haciendo una donación directa:
‘migranodearena.org/reto/el-vih-tambi-n-salva-vidas’.
