El Rey Felipe VI preside el acto de inhumación de Rafael Altamira y su esposa en El Campello (Alicante)

El Rey Felipe VI preside el acto de inhumación de Rafael Altamira y su esposa en El Campello (Alicante)

Felipe VI estuvo acompañado por los familiares de Altamira y diversas autoridades durante la ceremonia.

 

Este lunes, los restos mortales del jurista, literato, pedagogo y humanista Rafael Altamira, junto con los de su esposa Pilar Redondo, han sido inhumados en un monumento funerario erigido por el Ayuntamiento de El Campello (Alicante) en el cementerio municipal. La ceremonia, que tuvo lugar en el 159º aniversario del nacimiento del erudito, ha sido presidida por Su Majestad el Rey Felipe VI.

Este acto cumple una de las voluntades expresadas por Altamira, quien en su época declaró que, al apartarse «de la vida oficial», se retiraría a lo que definió como el rincón de sus «amores más gratos», haciendo referencia precisamente a la localidad alicantina de El Campello.

El regreso de Altamira y Redondo a España, tras su exilio en México debido a la Guerra Civil, se concretó tras tres años de gestiones y trabajos. El pasado diciembre, sus cuerpos fueron repatriados desde México, donde ambos fallecieron hace décadas.

Felipe VI estuvo acompañado por los familiares de Altamira y diversas autoridades durante la ceremonia.

Felipe VI estuvo acompañado por los familiares de Altamira y diversas autoridades durante la ceremonia. Entre los presentes se encontraban el ministro de Política Territorial y Memoria Democrática, Ángel Víctor Torres, el president de la Generalitat, Carlos Mazón, la delegada del Gobierno en la Comunitat Valenciana, Pilar Bernabé, el expresident Ximo Puig, actual embajador de España en la OCDE, el presidente de la Diputación de Alicante, Toni Pérez, el alcalde de El Campello, Juan José Berenguer, y el de Alicante, Luis Barcala.

El evento, que congregó a numerosos ciudadanos alrededor del cementerio, comenzó con una pieza de Bach interpretada por músicos solistas de ADDA Sinfònica. La ceremonia fue cerrada con los himnos de la Comunitat Valenciana y de España, y se proyectó un vídeo sobre la biografía de Altamira.

Felipe VI estuvo acompañado por los familiares de Altamira y diversas autoridades durante la ceremonia.

Berenguer destacó la figura de Altamira, refiriéndose a él como «uno de los intelectuales y juristas españoles más valorados y reconocidos en el mundo entero». Añadió que su regreso a El Campello «representa la culminación de un viaje que trasciende en el tiempo y reafirma su legado imperecedero». El alcalde subrayó que Altamira fue «comprometido con la justicia y la paz» y que su vida estuvo marcada por la «difícil experiencia del exilio», que compartió con otros intelectuales de su tiempo.

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También agradeció el apoyo de distintas instituciones, como el Consulado General de España en México, y expresó que este acto no debe ser solo un «despedida», sino un «compromiso con la educación, la justicia y la paz».

La nieta de Altamira, María Luz Altamira, expresó el «profundo significado» de la inhumación para la familia. Recordó cómo, en su niñez, conoció a su abuelo en Bayona (Francia), donde residía en el exilio, y cómo su «majestuosa barba» se convirtió en un símbolo de sabiduría en su memoria.

La nieta de Altamira destacó que el «deseo más íntimo» de su abuelo se ha cumplido gracias a las gestiones de las instituciones, y agregó que «la patria que un día le condenó al exilio le abre los brazos con gran afecto, respeto y dignidad», calificando este acto como una «justicia histórica» y un símbolo de la reconciliación del país con uno de sus «hijos más ilustres».

El bisnieto de Altamira, Ignacio Ramos, también expresó su «felicidad» por el acto, señalando que «todos los partidos e instituciones sin distinción han apoyado la repatriación» de Altamira, quien antepuso «el interés de todos los españoles a su propia ideología».

Felipe VI estuvo acompañado por los familiares de Altamira y diversas autoridades durante la ceremonia.

Por su parte, el presidente de la Diputación de Alicante, Toni Pérez, recalcó la «relevancia» de Altamira tanto a nivel nacional como internacional, destacando su contribución al patrimonio intelectual europeo y español. Pérez reiteró el «compromiso» de la Diputación para «seguir divulgando» su obra, asegurando que «el patrimonio que legó no puede caer en el olvido».

Finalmente, tras la inhumación de los restos en el monumento funerario, Felipe VI se dirigió al consistorio de El Campello para firmar en el libro de honor municipal y tomarse una foto de familia con la corporación municipal.

Fotografías : X/@CasaReal