Hoy para, respira hondo y haz una pausa. Pregúntate: ¿qué partes de tu vida estás dejando pasar?
En una sociedad acelerada, donde mirar el teléfono como ocio o incluso para pasar el rato roza la afección del siglo XXI, vemos cómo progresivamente la omnipresencia de los celulares o “teléfonos inteligentes” ha generado una preocupación creciente sobre el impacto de su utilización excesiva en la conducta, en la salud mental, el funcionamiento cognitivo y en algunos casos las habilidades sociales y cohesión familiar. La adicción al móvil y el FOMO aún no están oficialmente reconocidas como un trastorno clínico en la Clasificación Internacional de Enfermedades (International Statistical Classification of Diseases and Related Health Problems, ICD, en inglés) o en el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders, DSM-V, en inglés). Cabe destacar que el problema es evidente a todas luces. El constante bombardeo de información digital puede sobrecargar nuestros sentidos, y se observa dificultad en la capacidad de nuestro cerebro para procesar y filtrar lo relevante, lo que a muchas personas les resulta una sensación de agotamiento mental y que a veces afecta al estado físico. La multitarea digital o multitasking fragmenta nuestra atención, dificultando la concentración prolongada al saltar rápidamente entre quehaceres, disminuyendo así nuestra habilidad para mantenernos enfocados y en silencio siendo este un remanso de paz en una sociedad sobrestimulada.
El documental, el dilema de las redes sociales realizado por el director Jeff Orlowski, revela cómo las redes sociales que instalamos alegremente en nuestros teléfonos pueden influir profundamente en nuestros comportamientos, modificando tanto nuestras acciones como nuestras emociones. Este impacto es particularmente notable en los jóvenes. Al ver el documental te das cuenta de que muchas empresas como Facebook, Twitter o X, Tik Tok, Google y otras tienen tus datos personales, que documentan el aspecto que tienes, preferencias, las búsquedas que realizas y los sitios que visitas en la red. Con esta información, internet puede utilizar algoritmos predictivos para manipularte con publicidad específica. El film también aborda el tema de las fake news y su vinculación en política o el clásico “ si no pagas por el producto, el producto eres tú”.
Según la psicoanalista Lola López Mondéjar, ‘la revolución digital ha traído consigo el fin de los ideales ilustrados”. La autora, reconocida con el Premio Anagrama de Ensayo 2024, analiza en Sin relato los efectos de la tecnología digital, ofreciéndonos una mirada pesimista sobre su influencia en la salud mental y las relaciones sociales. Y dicho por otro autor del prestigio de Michel Desmurget, neurólogo y ensayista: «El uso excesivo de pantallas puede comprometer el desarrollo intelectual de los niños»
El autor de La fábrica de cretinos digitales vuelve con Más libros y menos pantallas. Cómo acabar con los cretinos digitales, que un ensayo en el que defiende la lectura como el último refugio del pensamiento crítico ante la creciente erosión de los valores democráticos.
A falta de una regulación legislativa específica para este tema, nos percatamos de que “lo urgente” parece siempre desplazar lo importante: detenernos a reflexionar sobre nuestra vida. Este puede ser el mayor acto de valentía de gran importancia. La canción de Madre Tierra de Chayanne nos recuerda: “Oye, abre tus ojos, mira hacia arriba. Disfruta las cosas buenas que tiene la vida”. Me resuena como un recordatorio de que la vida, con sus altos y bajos, es efímera. Todo, desde la juventud hasta el trabajo, la familia y las relaciones, todo está en constante movimiento. Por eso, hacer un uso pragmático del teléfono móvil y valorar cada momento del día a día se convierte en una necesidad perentoria que nos da calidad de vida y felicidad.
Es importante apreciar lo efímero y meditar sobre la impermanencia de la existencia, ya que lo malo que nos sucede en la vida se va y lo bueno también se irá, en una mezcla de realismo y sabiduría ancestral. Hoy reconocer que lo bueno y lo malo son pasajeros nos permite enfocarnos en el presente y aprender a soltar lo que nos pesa demasiado. Es una invitación a vivir desde la autenticidad, centrarnos en lo que realmente importa y dejar de lado las preocupaciones que no nos aportan. He aquí algunas claves para vivir con sentido y llevar estas ideas a la práctica:
- Apreciar lo cotidiano
Encontrar valor en los pequeños momentos, la familia, el trabajo y las experiencias diarias. Su naturaleza temporal es lo que los hace únicos. - Dejar ir lo negativo
Aprender a soltar aquello que nos angustia y aceptar lo que no podemos cambiar. Esto no solo alivia la carga emocional, sino que abre espacio para disfrutar más plenamente. - Revisar tus hábitos de conducta (dieta, compras, gestión del tiempo, uso del teléfono, actividades deportivas…).
- Revisar las relaciones y el sentimiento de pertenencia, que no es otro que la identificación subjetiva que una persona experimenta respecto a un grupo, una organización o una comunidad donde se siente comodidad, o no. Atención con la angustia óntica.
- Agradecer todo, lo bueno y lo malo
Cada experiencia, incluso las difíciles, deja una lección valiosa. Agradecer tanto los momentos felices como los desafiantes nos ayuda a crecer y encontrar sentido. - Rediseñar tu propósito en la vida, así como un relato coherente sobre nosotros mismos .
- Investigar y crear espacios temporales para la trascendencia.
Me gustaría terminar recordando parte del discurso de quien es sin duda un referente de humanidad, humildad y coherencia política, que se ha caracterizado por su manera de vivir austera, la cual es un sello indeleble de su persona, y tuve la oportunidad de escuchar gracias a Ana Edo en Valencia:
«Si sos joven tienes que saber esto: la vida se te escapa y se te va minuto a minuto… y no puedes ir al supermercado a comprar vida. Entonces lucha por vivirla, por darle contenido a la vida.
La diferencia de la vida humana a las otras formas de vida es que tu le puedes dar hasta cierto punto, una orientación a tu vida, tú puedes en términos relativos ser el autor del camino de tu propia vida. No eres como un vegetal que vives porque naciste, después de haber nacido puedes darle un contenido o no.
O puedes enajenar tu vida y que te la compre el mercado y te pasas toda la vida pagando tarjetas y pagando cacharros… y después estas como un viejo, todo lleno de reumatismos, te pelaste y ¿qué hiciste en este mundo?
Pero si tuviste un sueño, y peleaste por una esperanza e intentaste transmitirle a los que quedan… Tal vez, quede un pequeño aliento rodando en las colinas, en los mares, un pálido recuerdo que vale más que un monumento, que un libro, que un himno, que una poesía. La esperanza humana que se va realizando en las nuevas generaciones. Nada vale más que la vida luchen por la felicidad y la felicidad es darle contenido a la vida, y no dejar que te la roben y para eso no hay receta está ¡acá!… en la conciencia, Oh usas la maravillosa oportunidad de haber nacido, casi milagrosa por lo demás un segundo consejo a los jóvenes:
Lo imposible cuesta un poco más y derrotado… derrotado son solo aquellos que bajan los brazos y se entregan, la vida te puede dar mil tropezones en todos los órdenes: en el amor, en el trabajó, en la aventura de lo estás pensando, en los sueños que pensás concretar. Pero una y mil veces… estás hecho con fuerza para volverte a levantar y volver a empezar por que lo importante es ¡el camino!
No hay una meta, no hay un arco de triunfo, no hay un paraíso que nos recibe, no hay odaliscas que te van a recibir porque moriste en la guerra, ¡no! la quedaste y punto, lo que hay es otra cosa es la hermosura de vivir al tope… de querer la vida en cualquier circunstancia y luchar por ella e intentar transmitirla… porque la vida no es sólo recibir, es antes que nada ¡dar! algo de lo que tenemos y por jodido que estés.. siempre tenes algo para dar a los demás”.
Grande José Mujica, un referente que no dedica horas el teléfono porque bien sabemos que la vida es única, un milagro en equilibrio, y nuestra tarea es vivirla y llenarla de contenido, luchar por nuestros sueños, levantarnos tras cada tropiezo y dar lo mejor de nosotros a los demás, porque la felicidad reside en intentar vivir con propósito y no dejar que nos la arrebaten con las mierdas del algoritmo y las redes sociales.
En lugar de dejar que los días se desvanezcan mirando el teléfono, viendo reels de Instagram u otras redes sociales, pon de tu parte para que no se te escape la vida. Es un llamado a vivir más felices, con propósito y gratitud. Este mensaje nos anima a abrazar cada instante, desde el más sencillo hasta el más complejo, que nos ofrece cada día para elegir ser un poco más felices. Cada instante es una invitación a reaccionar y con nuestras respuestas construimos nuestra biografía.
Hoy para, respira hondo y haz una pausa. Pregúntate: ¿qué partes de tu vida estás dejando pasar? Aún estás a tiempo de reconectar y aprovechar al máximo esta maravillosa experiencia de estar vivo.
Donis Montesinos, estudiante de Psicología y bombero helitransportado de la Generalitat.