“De un área en mínimos a una ciudad para las personas, en alianza con la sociedad pero con aun mucho por delante”
De unos Servicios Sociales en mínimos a una ciudad que trabaja para las personas, en alianza con la sociedad civil. El concejal de Servicios Sociales del Ayuntamiento de Vila-real, Álvaro Escorihuela, ha dibujado esta mañana las líneas generales del balance de 10 años de gobierno del cambio en la ciudad en su área; un departamento que ha visto duplicado en esta década tanto el personal como el presupuesto, con especial atención a los convenios con entidades sociales, con las que el Ayuntamiento ha tejido una red de protección social de manera coordinada.
En concreto, en estos 10 años, el presupuesto del área social ha pasado de 1.989.412 euros a 4.208.246 euros. “Esto supone un incremento del 111% en la inversión municipal destinada a la atención social”, recalca Escorihuela, quien ha querido agradecer también el trabajo de sus antecesoras en el cargo, Mónica Álvaro y Sabina Escrig. Una parte importante de esta dotación se destina de manera directa, a través de subvenciones y convenios, a las entidades sociales. “La alianza con la sociedad civil es uno de los ejes y uno de los principales motivos de orgullo para el gobierno que lidera el alcalde Benlloch”, abunda el edil. A este capítulo de alianza con la sociedad civil, el departamento de Servicios Sociales destina cerca de un millón de euros, distribuidos entre más de 40 entidades y ONG. En concreto, el presupuesto para entidades sociales se ha multiplicado por tres, pasando de 269.000 a 972.000 euros.
Otro incremento significativo, sobre todo en los últimos años, se refiere a las aportaciones de la Generalitat al área social. “Hasta el 2015, la inversión autonómica en los Servicios Sociales municipales se movía en torno a los 300.000 euros. Pero a partir de 2016 -el primer presupuesto íntegro del Botànic- la aportación de la Generalitat ha ido creciendo de manera sostenida y exponencial hasta alcanzar los 1,6 millones de euros. Esto supone un incremento del 412% en tan sólo seis años”, agrega Escorihuela.
“Cuando, en 2011, llegó el gobierno del cambio a Vila-real, encontramos unos Servicios Sociales en mínimos y una ciudad de espaldas a la sociedad. En este tiempo, y a pesar de todas las dificultades y la ruina que ha supuesto la herencia del PP, la atención social nunca se ha visto afectada. No sólo eso, sino que ha crecido y se ampliado de forma exponencial, como reflejan estos datos”, valora el responsable del área. La ampliación en plazas, periodos y comedor del Aplec d’Estiu, la creación del programa de ocio para menores en riesgo de exclusión Promou, la ampliación del transporte municipal adaptado, la creación de un Servicio de Mediación Hipotecaria o el programa de envejecimiento activo Ballem son algunas de las acciones que se han desarrollado a través del departamento, que también destaca por su trabajo por la mediación escolar, en colaboración con El Porc Espí y el IES Miralcamp, en el programa Mediem y los programas europeos Medes, que han coloca a Vila-real como referencia europea en materia de mediación escolar. En el apartado de solidaridad, Escorihuela ha destacado la participación y el liderazgo provincial en el Fons Valencià per la Solidaritat o la Feria de la Solidaridad. También se ha hecho en esta década un importante trabajo de diagnóstico y planificación, con dos estudios de base y territorial de la UJI o la elaboración del primer Plan de Inclusión y Cohesión Social y el primer Plan Vila-real, Ciutat Amigable amb la Gent Gran, ambos revisados para actualizarse tras el impacto de la covid-19 en la sociedad local.
En el capítulo de infraestructuras, los recursos para las personas también se han multiplicado de forma exponencial, siempre en colaboración con las entidades locales. El centro de día Moí la Vila de AFA, el Centro de Atención Temprana María de Luna, la residencia y CRIS de Fundación Manantial, la ampliación del CEAM, el programa XiCaEs de la Fundació Caixa Rural Vila-real para la integración de personas con capacidades diferentes o la compra de viviendas para crear el primer banco de pisos puente para emergencia social son algunas de las dotaciones incorporadas en estos 10 años, a la que se suma la nueva sede y aulario de Cruz Roja o el futuro Albergue de Cáritas, entre otros. “Son muchas las cosas que hemos hecho en estos años, en los que también hemos tenido que gestionar durante año y medio una pandemia durísima, pero con toda la humildad debemos decir que son también muchas las cosas que nos quedan por hacer”, agrega Escorihuela, quien ha avanzado algunos de los proyectos en los que trabaja el departamento a corto y medio plazo, en colaboración con entidades y con la Generalitat: el primer Punto de Encuentro Familiar de la ciudad, dos viviendas tuteladas para personas con enfermedad mental con Manantial, la ampliación del servicio en el CAT y en el Centro de Menores Espardenyers, la residencia de AFA Castelló o un nuevo centro de día Ateneo para personas con daño cerebral sobrevenido, que se sumará al proyecto Neurovila de XiCaEs, son algunos de los proyectos en marcha, buena parte de ellos a través del plan Convivint anunciado recientemente por la Generalitat. También forma parte de este programa las futuras residencia, centro día y centro ocupacional para personas con diversidad funcional o un nuevo centro de día para mayores. La creación del segundo centro social en María de Luna, que permitirá descentralizar el departamento y dotar de mayor proximidad la atención, y un Edificio Social que concentre todas las asociaciones que trabajan en la atención a las personas completan las aspiraciones de futuro de Servicios Sociales.
“En definitiva, seguiremos trabajando, de la mano de nuestras asociaciones y la sociedad civil, para hacer una Vila-real del 2030 más inclusiva, más solidaria y acoegodora”, concluye Escorihuela.