De cara al futuro, los expertos subrayaron la importancia de aprender a convivir con fenómenos como el ocurrido el pasado 29 de octubre.
A punto de cumplirse un mes del desastre por la DANA en Valencia y otros puntos de nuestro país, Meteored reunió ayer en sus oficinas a un nutrido grupo de expertos para analizar los factores que la hicieron tan destructiva y mortífera.
El debate contó con expertos en climatología mediterránea como Jorge Olcina, responsable del Laboratorio de Climatología de la Universidad de Alicante, y Enrique Moltó, doctor en Geografía de la misma universidad. Junto con los especialistas de Meteored, José Miguel Viñas, José Antonio Maldonado, Francisco Martín y Samuel Biener, aportaron su conocimiento con el objetivo de encontrar formas de mitigar los impactos que este tipo de episodios tienen en el medio y en la sociedad.
La temperatura del mar Mediterráneo, con anomalías positivas constantes, y la energía extra que esto supone para la atmósfera, fue para los expertos el elemento central para explicar la virulencia del episodio y la torrencialidad de sus lluvias. “Las tormentas que se han producido estos días en Valencia deberían ser estudiadas con mucho detalle para analizar el exceso de energía que permitió desarrollar estos cumulonimbos y tormentas profundas, húmedas y organizadas”, apuntó Francisco Martín, quien destacó: “La energía que el mar almacena, de forma explosiva se devuelve a la tierra”.
Varios de los ponentes coincidieron en señalar que las DANAs, o gotas frías, siempre han existido, pero lo que hoy las hace más destructivas es la “gasolina” que supone un Mediterráneo con temperaturas por encima de lo normal durante prácticamente todo el año. “Puede haber un episodio fuera del periodo otoñal y que afecte a una zona que no sea puramente mediterránea”, aseguró José Miguel Viñas.
Como comunicadores y divulgadores, los expertos también pusieron el foco en los sistemas de alerta. “Este episodio tiene que marcar un antes y un después en el sistema de avisos a la población”, señaló Biener, subrayando la necesidad de integrar las alertas meteorológicas con las hidrológicas. Destacó que en muchos casos la población no percibió el riesgo porque no llovió significativamente en las zonas más afectadas. “Nos hemos dado cuenta de que la población no sabe reaccionar ante una alerta roja”, insistió Olcina, preocupado por la falta de educación en riesgos en España.
Francisco Martín hizo referencia a las predicciones basadas en impacto, que trasladan a los ciudadanos las consecuencias de un fenómeno más allá de los datos meteorológicos. Como ejemplo, mencionó el “mensaje de último kilómetro” empleado en Estados Unidos para advertir sobre huracanes, que incluye mensajes tan contundentes como: “Átese un cinto con su nombre y el DNI al brazo porque, si se queda, muy probablemente va a morir”.
De cara al futuro, los expertos insistieron en la necesidad de coexistir con fenómenos como el del pasado 29 de octubre. Enrique Moltó criticó los llamados “periodos de retorno” que generan una falsa percepción de seguridad al hacer creer que no se enfrentará otro episodio similar en siglos. “Es falso”, sentenció.
Entre las acciones propuestas destacó la ordenación del territorio como un factor clave. Jorge Olcina señaló el poco respeto mostrado durante años hacia los cauces: “Los hemos ocupado agrícolamente o, lo que es peor, con viviendas”. Si bien no es realista demoler construcciones en zonas inundables, los expertos coincidieron en la importancia de contar con infraestructuras como tanques de tormentas y un buen mantenimiento de las cuencas para minimizar daños humanos y materiales.
En este sentido, Enrique Moltó destacó la relación entre campo y ciudad, resaltando cómo la agricultura genera un suelo permeable que evita la escorrentía hacia los grandes núcleos urbanos. “En el máster de riesgos naturales de la Universidad de Alicante tenemos estudios sobre barrancos y otros aspectos que se están quedando en cajones”, lamentó.
Finalmente, Jorge Olcina cerró el debate con una defensa de los técnicos de AEMET y Protección Civil, poniendo en valor su profesionalidad: “Cumplieron su deber emitiendo los avisos correspondientes; hubo otras causas que ya se sabrán”.