
"Estuvo en Castellón en el verano de 1412, exhortando a sus vecinos para que cesasen en sus enemistades con los de Almazora y Onda".
‘Las calles de Castellón’, inicialmente fue un libro, más bien un librito, escrito por mi abuelo, Vicente Gimeno Michavila, en 1920, para dar a conocer a sus convecinos el porqué de los nombres de sus calles y de ese modo enseñar la historia de Castellón, donde vivían. Era un manual sencillo, breve, legible y ameno, fomentando el orgullo de pertenecer a un pueblo de hombres ilustres, que podían ser ejemplo, o esperanza. El génesis de este libro fue actualizar en 1995 el editado por mi abuelo Vicente Gimeno.
SAN VICENTE (SANT VIÇENT)
Entre Avenida Rey Don Jaime y Ronda Mijares.
Distrito 1. Sección 2 y Distrito 5, Sección 2.
«Fray Vicente Ferrer, Religioso dominico, natural de Valencia, donde su padre ejerció el cargo de Notario público. Dotado de gran talento y de genial elocuencia, fue un predicador de fama europea, que recorrió toda la Europa occidental entusiasmando a las muchedumbres, obteniendo grandes éxitos en su apostolado y convirtiendo a muchísimos judíos. Fue amigo y defensor de los derechos del Pontífice Aragonés D. Pedro de Luna (Benedicto XIII) y confesor del mismo, quién le tenía en gran estima, si bien en los últimos años de su Pontificado abandonó su causa.
Fue quien con su prestigio y elocuencia, decidió en el célebre Compromiso de Caspe, el que la corona aragonesa recayera en las sienes de Fernando de Castilla, conocido por el de Antequera. Estuvo en Castellón en el verano de 1412, exhortando a sus vecinos para que cesasen en sus enemistades con los de Almazora y Onda, lo que consiguió con su prestigio y elocuencia. Murió en Vanes (Bretaña) en Abril de 1418, siendo enterrado en su Catedral; fue canonizado por el Pontífice Calixto III en 1455.»
Texto: Vicente Gimeno Michavila.
Denominación acordada en Sesión de 31 de Diciembre de 1940, reponiendo su nombre tradicional, que ya figura en las actas municipales de 2 de Marzo de 1784: «Los vecinos de la calle de San Vicente piden que se prohíba lavar la ropa en una balsa existente…» (Sánchez Adell).
Otras denominaciones: Llamose Luis de Sirval durante la guerra civil.
LUIS DE SIRVAL (LLUIS DE SIRVAL)
Luis Higón Rosell. Periodista. (Valencia 1898-Asturias 1934).
Periodista conocido por Luis de Sirval. Se inició en La Voz de Valencia (1916), marchando a Barcelona donde escribió en El Noticiero Universal y El Diluvio, con importantes artículos sobre el sindicalismo catalán que le promocionaron. Marcha a Madrid y escribe en En Libertad de orientación republicana de izquierda, redactando a partir de 1931 las crónicas parlamentarias, resumidas en un volumen denominado Huellas de las Constituyentes.
Acude a Asturias para cubrir la Revolución de Octubre, siendo detenido por un oficial de la Legión de origen búlgaro, a lo que se resistió, siendo tiroteado, perdiendo la vida.
Acuerdo de 25 de Agosto de 1936: «El cambio de denominación de la calle San Vicente a Luis de Sirval.»
Nota: En 26 de Junio de 1931 los vecinos de la calle propusieron que se llamase Maestro Carlos Selma Roig: «En atención a los méritos que dicho señor tiene contraídos, y para que sea perpetuada la memoria de su brillante labor pedagógica», lo que no prosperó.
Carlos Selma Roig sería posteriormente Presidente del Partido Republicano Radical de Castellón, Concejal del Ayuntamiento y Presidente de la Diputación de Castellón.
Carlos Selma era íntimo amigo y correligionario del autor original de esta obra Vicente Gimeno Michavila, quien tras la guerra civil, cesado Carlos Selma de su trabajo por «su auxilio a la rebelión», ofreció a su amigo Carlos Selma para que pudiera ejercer su labor de maestro prestándole, por vida y gratuitamente, un local donde pudo dar sus clases, sito en la calle San Vicente número 2, hoy desaparecido. (Antiguo edificio conocido por «El Látigo», por ubicar en sus bajos la «colla», punto de reunión de los arrieros de la época, que dejaban sus látigos para tomar unas copas).
Un colegio de E.G.B. sito en el grupo San Lorenzo, perpetúa la memoria de este buen maestro, honrado político, querido, admirado y respetado.
Del libro “Las calles de Castellón”, año 1995.
José Luis Gimeno.