Historia de ‘Las calles de Castellón’: Calle Teniente Alloza

Historia de ‘Las calles de Castellón’: Calle Teniente Alloza

En recuerdo suyo una calle del Grao de Castellón recibió el nombre del Teniente D. Antonio Alloza, nombramiento que le fue otorgado a título póstumo.

 

‘Las calles de  Castellón’, inicialmente fue un libro, más bien un librito, escrito por mi abuelo, Vicente Gimeno Michavila, en 1920, para dar a conocer a sus convecinos el porqué de los nombres de sus calles y de ese modo enseñar la historia de Castellón, donde vivían. Era un manual sencillo, breve, legible y ameno, fomentando el orgullo de pertenecer a un pueblo de hombres ilustres, que podían ser ejemplo, o esperanza. El génesis de este libro fue actualizar en 1995 el editado por mi abuelo Vicente Gimeno.

TENIENTE ALLOZA (TIENENT ALLOZA)

Grao: Entre Magallanes y Buenavista

Distrito 9. Sección 3.

Antonio Alloza Bermell. Militar. (Castellón 1906-Fondack (Marruecos)  1924).

Nacido en Castellón el día 2 de Diciembre de 1906, en la Calle Pi y Margall, (hoy Trinidad), siendo  sus padres Antonio Alloza y María  Bermell Sanchis, ambos de Castellón.

Fue bautizado en la iglesia de San Miguel y estudió en las Escuelas Pías de Castellón y posteriormente en la Academia de Infantería de Toledo donde recibió el título de Alférez. Su primer destino fue en Castellón, donde entre otros actos, participó en los de La Coronación de la Virgen de Lidón, desfilando al frente de la compañía de honores.

Desde Castellón partió con el Batallón de Burgos al Norte de África donde fue herido en el combate del Fondack el día 24 de Octubre de 1924, muriendo al día siguiente a la edad de diecisiete años. Fue enterrado en Tetuán.

En Marzo de 1927  su féretro fue trasladado a León, siendo depositado en un mausoleo en homenaje a las víctimas de la guerra de Marruecos.

A su madre le fue concedida la Laureada de María Cristina por sufrimientos por la Patria.

En recuerdo suyo una calle del Grao de Castellón recibió el nombre del Teniente D. Antonio Alloza,  nombramiento que le  fue otorgado a título póstumo.

Denominaciones  anteriores: 

Llamose inicialmente Rizal por acuerdo de 26 de Septiembre de 1906: “Se acuerda que la segunda travesía del Grao se denomine Rizal”.

RIZAL

“José Rizal Alonso, nació en Calamba, provincia de la Laguna (Filipinas), en 19 de Junio de 1861.

Estudió la segunda enseñanza en el Colegio de los Padres Jesuitas, en Manila, y en 1882 vino a España, obteniendo la licenciatura en la  Facultad de Filosofía y Letras y el Doctorado en Medicina.

Notable Médico, escultor, escritor, pintor y poeta, publicó inspiradas composiciones poéticas, como la titulada “El embarque”, dedicada a la flota de Magallanes, el descubridor de Filipinas, y las novelas “Noli me tangere”, y “El filibustero”, en las que fustigaba duramente a las órdenes religiosas que dominaban el archipiélago filipino. En el banquete que en 1884 dio la colonia filipina madrileña a su paisano el pintor Luna, por el triunfo alcanzado por su cuadro “Spolarium”, siendo casi un niño, pronuncia Rizal un notable discurso, en el que si bien expresaba sus quejas contra la Administración Española, brindó “ por las dos razas que se aman y se quieren, unidas moral, social y políticamente, en el espacio de cuatro siglos, para que formen en lo futuro una sola nación, en el espíritu, en sus deberes, en sus miras, en sus privilegios… por la madre España, solícita y atenta al bien de sus  provincias, para que ponga pronto en práctica reforma que largo  tiempo medita..”..

Condolido de los vejámenes de que era víctima su país natal, protestó contra el abuso del derecho de propiedad ejercido por los Dominicos, contra sus paisanos de Calamba, desahuciados y desterrados, lo que le valió el dictado de filibustero y separatista.

Al ocurrir la sublevación filipina, fue tildado de ser coautor de la misma y organizador de sociedades secretas, viéndose por ello envuelto en un proceso, y cuando iba camino de España para ir a Cuba, a servir como Médico Militar, según sus deseos, en las filas del Ejército Español, se le detuvo al desembarcar en Barcelona, regresando a Filipinas donde condenado por un Consejo de Guerra, fue fusilado en Manila el 30 de Diciembre de 1896 a los 35 años, conservando hasta sus últimos momentos una pasmosa serenidad, escribiendo en su capilla una bella poesía de despedida, dirigida a Filipinas, titulada “ Mi último adiós.

El nombre de Rizal dado a dicha calle, ha sido objeto de encontrados pareceres, lo que no es de extrañar por lo reciente de las campañas que originaron la pérdida de las colonias españolas.

Los que con espíritu patriotero, miran los acontecimientos con un criterio estrecho, condenan que se le de el nombre de una calle española  a quien combatió los desmanes de su administración colonial.

Mas los que con un criterio liberal, amplio y expansivo, creemos que los pueblos colonizados, al llegar su hora, tienen derecho a su  autonomía e independencia, como acontece a los hijos respecto a los padres, consideramos a Rizal, como a Bolivar, Martí, Machado, y tantos otros, como amantes de su país de origen, que combatieron los males que afligían a los indígenas, sus paisanos, luchando contra los abusos coloniales y contra el desordenado afán de enriquecerse que dominaba a los mas de nuestros empleados. Es cuestión del punto de vista desde el que uno se sitúe. Los españoles ensalzamos a Viriato y a los numantinos, considerándoles héroes nacionales, por su rebelión contra los romanos invasores, y aún en estos días, vemos que el propio Gobierno Español es quien ensalza las  figuras de Bolivar, Martí, Machado, y otros héroes de la Independencia americana y Cuba, elevándoles estatuas y mandando Comisiones extraordinarias  a  los actos celebrados en  honor a los mismos.

Opinamos que el criterio ha de ser el sedante que apacigüe criterios tan opuestos, respecto a la delicada cuestión del patriotismo, que   serenamente debe distinguirse de la patriotera.

Ello no obstante, no debe dejarse de reconocer que así como los filipinos han dado el nombre de Rizal a una de las Provincias del Archipiélago, a una de las principales avenidas de Manila, a un Museo, erigido un hermoso monumento en el sitiodonde fue fusilado,  puesta su efigie en los billetes de Banco, y en los ellos de Correos, y declarado Fiesta Nacional el 30 de Diciembre, fecha de su ejecución, no  pueden los españoles dejar de considerar dadas las teorías nacionalistas dominantes, que con respecto a nuestro país, fue aquel uno de los que pelearon contra la metrópolis hispana y aprecian muchos poco oportuno dar su nombre a una calle de una ciudad española”.

Texto: Vicente Gimeno Michavila.

Nota:  Este nombre fue acordado por el Ayuntamiento Republicano, del que eran Primer Teniente Alcalde el autor inicial de esta obra Vicente Gimeno Michavila y Alcalde Fernando Gasset Lacasaña, hombres, como se puede apreciar por el texto de esta acta profundamente liberales.

Del libro “Las calles de Castellón”, año 1995.

José Luis Gimeno.