La sociedad valenciana, aún afectada por el duelo, ha manifestado en múltiples ocasiones su descontento con la gestión de la crisis por parte de las autoridades.
Este miércoles se conmemoran tres meses desde que la devastadora DANA y las riadas del 29 de octubre asolaron gran parte de la provincia de Valencia, dejando un trágico saldo de 224 víctimas mortales, tres personas desaparecidas y daños materiales cuantificados en millones de euros. La región, todavía en proceso de reconstrucción, comienza a ver la luz al final del túnel, aunque la cicatrización de las heridas es un proceso que tomará tiempo.
A las víctimas mortales directas de la catástrofe se suman dos operarios que perdieron la vida durante las labores de limpieza, lo que aumenta la gravedad de la tragedia. La búsqueda de tres personas desaparecidas, identificadas como Paco y José Javier, ambos hombres, y Elisabeth, una mujer, continúa activa, concentrándose los esfuerzos en una extensión de 500 kilómetros cuadrados que incluye el barranco del Poyo y los ríos Magro y Turia.
La magnitud de las riadas afectó a casi un centenar de municipios valencianos.
A tres meses del desastre, la desescalada de la emergencia muestra avances, con solo 28 localidades aún en el nivel 2 de emergencia, lo que indica que requieren asistencia externa para resolver la situación. Estos municipios, principalmente los de la denominada «zona cero», todavía luchan por recuperar la normalidad. Otros 75 municipios han descendido al nivel 1, donde la capacidad municipal se considera suficiente para gestionar la emergencia, mientras que los 163 restantes han salido del estado de emergencia.
En las áreas más afectadas, los trabajos de rehabilitación siguen siendo intensivos. La extracción de lodo de sótanos y garajes, la limpieza de barrancos y playas, y la retirada de residuos y vehículos son tareas que se realizan a diario. Hasta ahora, se han evacuado 500.000 toneladas de enseres y 90.000 vehículos dañados, demostrando el enorme esfuerzo logístico y humano necesario para la recuperación.
La sociedad valenciana, aún en duelo, ha expresado repetidamente su descontento con la gestión de la crisis por parte de las autoridades. Este sábado se llevará a cabo la cuarta manifestación organizada por entidades sociales, exigiendo la dimisión del presidente de la Generalitat, Carlos Mazón. Las tres marchas anteriores han congregado a miles de ciudadanos, evidenciando un clamor popular por una respuesta más eficaz y responsable frente a tales desastres naturales.
La reconstrucción de Valencia no solo implica la restauración física de las infraestructuras y viviendas, sino también el restablecimiento de la confianza de sus habitantes en las instituciones y en la capacidad de la comunidad para recuperarse de una tragedia de tal magnitud. La recuperación es un camino largo, y cada paso hacia la normalidad es un testimonio de la resiliencia y la solidaridad de los valencianos.
Fotografía portada: Archivo. DANA Valencia/X-@pilarbernabe.