
La Barona ha celebrado este sábado 1 de febrero la festividad de Sant Antoni con múltiples actividades, siendo una jornada repleta de devoción y tradición
El pasado sábado 1 de febrero, La Barona, pedanía de Vall d’Alba, vivió una jornada vibrante de celebraciones en honor a Sant Antoni. Las festividades comenzaron por la mañana con la tradicional ‘entrada del pi’, un acto en el que se presentó el majestuoso árbol que sería el eje central de las celebraciones. Además, se llevó a cabo el montaje de la estructura que posteriormente serviría de base para la gran hoguera que se prendería por la tarde, un símbolo de la festividad.
A medida que avanzaba el día, la localidad se llenó de ambiente festivo, y al mediodía, los asistentes pudieron disfrutar de una sesión de tardeo en la que los vecinos se agruparon para compartir risas y buenos momentos en un encuentro social que contribuyó a dar vida a la festividad.
Ya entrada la tarde, el momento más esperado tuvo lugar con el encendido de la hoguera, un acto que marcó el inicio de la solemne procesión. En ella, los ciudadanos, acompañados de sus mascotas y animales domésticos, se dirigieron hasta la puerta de la iglesia de la Mare de Déu dels Àngels. Allí, recibieron la bendición protectora de Sant Antoni, un acto cargado de significado para los fieles de la localidad.
Para culminar las festividades, se llevó a cabo el reparto de rollos, una tradición que endulzó aún más el ambiente festivo y que brindó un toque de convivencia entre los vecinos de La Barona.
Una jornada marcada por la devoción, la tradición y la camaradería que convirtió la celebración de Sant Antoni en un éxito rotundo, reflejando el espíritu de comunidad de esta pedanía de Vall d’Alba.