La Historia a la carta

La Historia a la carta

Luis Andrés Cisneros

 

La pasada semana finalizó la exposición que la Diputación Provincial ha dedicado a la arquitectura en el Castellón Republicano, bajo la perspectiva de la sectaria «Memoria Histórica», organizada por un grupo de búsqueda de los acontecimientos republicanos, pero solo de izquierdas. ¡¡Faltaría más!!

En dicha exposición, donde se constatan varias y flagrantes inexactitudes, se ha vertido una visión partidista y nada real de los elementos que intentaban resaltar; cosa harto frecuente en estos tiempos de auténtica falsificación y tergiversación de la Historia.

Vamos a centrarnos, de manera principal en uno de los edificios más emblemáticos de nuestra ciudad, como es el edificio de Correos y Telégrafos, sito en la plaza de Tetuán y que representa un auténtico orgullo para los habitantes de nuestra ciudad.

Corría el año 1909, es decir en los albores del siglo XX, más concretamente en el verano, se aprobó la «Ley de Bases para la organización de los servicios de Correos y Telégrafos». Asimismo, se implementaron una serie de mejoras para optimizar, de manera significativa, un servicio esencial para la población.

Entre las mejoras implementadas figuraban, eso ya en 1916, la creación del Giro Postal, los servicios de la Caja Postal de Ahorros, los envíos contra reembolso y varios servicios más, así como la construcción de 158 vagones correo y la construcción de edificios principales del servicio en las capitales de provincia, entre ellas Castellón.

Curiosamente, y para disgusto de los «buscadores de memoria histórica» tanto en 1909 como en 1916, en España el Jefe del Estado era Alfonso XIII, en la primera fecha con Antonio Maura como Jefe de Gobierno, y en 1916 con Álvaro Figueroa (Conde de Romanones) tras conseguir una mayoría absoluta en las elecciones de ese mismo año. ¿Dónde está la República?

Como un dato anecdótico, reseñemos que durante el tiempo de Antonio Maura como Presidente del Gobierno, el número de ministros que componían el gabinete era de «ocho», lo que nos demuestra bien a las claras que no hacen falta tantos enchufados para dirigir un país. ¡¡Así nos va!!

Centrémonos en el edificio de Correos, salió a concurso público en 1916 y se adjudicó al arquitecto valenciano Demetrio Ribes (también autor de la estación del Norte de Valencia) quien contaría con la colaboración del castellonense Joaquín Dicenta, el que se haría cargo de las obras, a la muerte de Ribes, hasta su finalización en 1932.

Por lo tanto, no cabe adjudicar a los republicanos el mérito de la construcción del edificio, se limitaron a proceder a su inauguración, cabe suponer que para ellos significó una ardua tarea. En dicha fecha, el Presidente de la República era Alcalá Zamora y el Jefe de Gobierno era Manuel Azaña.

Ese periodo se caracterizó por un sinfín de desórdenes y quema de iglesias, conventos, bibliotecas. En nuestra ciudad, hecho histórico olvidado por los «buscadores de memoria», el Obelisco que se erigió en 1898 para celebrar la resistencia de la ciudad a los ataques carlistas de 1837, fue destruido en 1932 en plena vorágine «democrática» de los republicanos.

 Otro olvido importante de los «investigadores de la verdad» adecuadamente subvencionados y regados con dinero proveniente del robo a que los gobernantes nos están sometiendo con los impuestos. Me refiero a las construcciones que los «demócratas republicanos» habilitaron en la ciudad de Castellón: las chekas.

Lo que se desprende de exposiciones como la que la Diputación Provincial ha patrocinado y subvencionado es que sus actuaciones en todo lo tocante a la historia, como todo lo que hacen, tiene un marcado sesgo sectario. Todos sus actos van encaminados a confeccionar un nuevo relato, que falsifique la realidad de los hechos. No me digan ustedes que, sólo con el ejemplo del edificio de Correos. No es indigno apropiarse de la inauguración de un edificio sin haber tenido nada que ver ni en su proyecto y construcción. Todo muy «sanchista».

No es de extrañar que su máxima preocupación sea pintar la historia a su antojo. Solo hay que ver que el «alma mater» de estos despropósitos es la socialista Tania Baños, famosa por haber sido pillada en un pleno de la Diputación, en plena sesión de trabajo, consultando película de la plataforma HBO, señal inequívoca de su interés por el compromiso en todo lo que hace.

Pero lo tiene fácil, descarga toda la responsabilidad en el denominado «Grupo por la investigación de la memoria histórica de Castellón», que se dedican a vivir de subvenciones y cuya labor es ignorar y olvidar a la mitad de la población que sufrió en la Guerra Civil.

Son tan claros y transparentes que, en su propia página web no aparecen ni los nombres de los que la componen ni, por supuesto, sus cuentas económicas. No hay nada como presumir de transparencia y honradez, y ocultar sus propios datos a la opinión pública.

Todo se encuadra dentro de la política socialcomunista que nos invade cual pandemia virulenta. Sólo hay que ver que el propio Presidente de la Diputación habló en la presentación de dicha exposición recalcando que el interés de la misma no es tanto la arquitectura, sino más bien el marchamo socialista de aquella época democrática pasada.

Señor Martí, que usted ensalce como época democrática los episodios que se dieron en los años de la II República, donde los incendios, pillajes y asesinatos estaban a la orden del día no demuestra más que una cosa, o bien es usted un analfabeto histórico o, lo que sería más preocupante, es usted un manipulador sectario de la Historia.

Por desgracia y ante la pasividad ovejuna de los medios de manipulación de masas (antes llamados medios de comunicación), estamos asistiendo a la configuración de una inventada y nueva Historia, con el patrocinio y colaboración entusiasta de las autoridades antiespañolas.

Es lo que llamaríamos «Historia a la carta»

¡¡¡   VIVA ESPAÑA   !!! y acabemos con las autonomías antes de que ellas acaben con nosotros.

 

Luis Andrés Cisneros