
Barrachina y Carrasco guardan silencio a pesar de que Mazón ha elevado el tiempo de espera para ser operado hasta los cinco meses de media.
La sanidad es un auténtico caos en la provincia de Castellón por la nefasta gestión del presidente a la fuga de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, y del conseller del ramo, Marciano Gómez, que han batido todos los récords posibles de mala praxis e ineficacia.
Son los indiscutibles culpables de una situación de la que también son cómplices la presidenta provincial del Partido Popular y de la Diputación, Marta Barrachina, y la alcaldesa de Castelló, Begoña Carrasco.
Aunque el tiempo de espera para someterse a una operación quirúrgica no para de aumentar, ambas mandatarias han preferido mirar para otro lado, no reivindicar y practicar una vergonzante dejación de funciones.
El Partido Popular ha traicionado al pueblo al que prometió defender cuando estaba en la oposición. Una vez conquistado el poder, ya no queda nada de las ínfulas reivindicativas de las que hizo gala durante los años de los gobiernos botánicos y de progreso.
A Barrachina y Carrasco les importa bien poco que 7.800 pacientes de la provincia estén en lista de espera, que la demora media supere los cinco meses o que en la especialidad de neurocirugía en el Hospital General de Castelló el desfase sea de casi un año, 329 días.
Para ellas, como para el resto de dirigentes del Partido Popular, se trata de pecata minuta porque lo verdaderamente mollar es que no haya ruido, esconder la realidad y evitar molestias a los gerifaltes de València, por lo que pueda pasar.
Estamos ante una traición en toda regla. En su momento se comprometieron a ser reivindicativas para defender los intereses de la ciudadanía, pero estaban mintiendo. Lo único que les importaba era la conquista del poder.
A pesar de que la pandemia ya está superada, es una evidencia que en la provincia de Castellón todo ha ido a peor con el Partido Popular, el presidente a la fuga Carlos Mazón, la presidenta de la Diputación Marta Barrachina y la alcaldesa Begoña Carrasco.
Es lo de siempre con los dirigentes del PP, cuando están en la oposición prometen y luego no cumplen. En la precampaña y la campaña de las elecciones autonómicas y municipales de 2023 anunciaron a bombo y platillo la llegada de un maná sanitario que hoy nadie ha visto.
Resulta evidente que, pese a la superación de la pandemia, todo ha ido a mucho peor con Carlos Mazón, Marta Barrachina y Begoña Carrasco.
Y es que en el Partido Popular son más de anuncios y promesas que de hechos. Y de plantear bajadas de impuestos que finalmente acaban siendo solo para las clases más pudientes.
Rafa García. Periodista