La Vall d’Uixó invierte más de 20.000 euros en la piscina municipal cubierta

La Vall d’Uixó invierte más de 20.000 euros en la piscina municipal cubierta

Las personas con movilidad reducida disponen de una nueva silla adaptada, se han instalado pictogramas y se ha formado a los monitores

 

La piscina municipal cubierta de la Vall d’Uixó ha sido objeto de mejoras este año por un importe que supera los 20.000 euros. Con esta inversión, se han realizado diversas acciones que incluyen la compra de una silla adaptada eléctrica y móvil, el cambio de las bombas, la colocación de pictogramas, la instalación de una pantalla informativa sobre la ocupación y disponibilidad de los carriles de natación y varias tareas de mantenimiento en la instalación.

La empresa pública Emsevall, dependiente del Ayuntamiento de la Vall d’Uixó, es la encargada de gestionar este servicio. Según su consejero delegado, Javier Ferreres, este año se ha dado un salto cualitativo en accesibilidad e inclusión, ya que la nueva silla adaptada permite que personas con dificultades físicas que no podían acceder a la piscina grande ahora puedan hacerlo en la piscina pequeña. Hasta ahora, solo existía una silla fija en una zona del vaso grande.

El concejal ha destacado la apuesta por «la integración de todas las personas» para que puedan aprovechar los beneficios para la salud que aporta la piscina. En este contexto, también se ha realizado formación específica para monitores y monitoras con el objetivo de atender a niños y niñas con trastornos del neurodesarrollo. Además, en los turnos en los que estas necesidades se presentan, se asigna un monitor o monitora de refuerzo con formación especializada.

Respecto a las críticas del PP sobre molestias como picores y la baja temperatura del agua, Ferreres explicó que solo se recibieron dos quejas formales de usuarios en el período de cambio de la empresa de mantenimiento. Según el concejal, «no se ha producido ninguna anomalía y todos los parámetros han estado dentro de la normativa.»

Estas molestias fueron puntuales, derivadas de pruebas realizadas por la nueva empresa encargada del servicio de mantenimiento, las cuales provocaron durante unos días pequeñas variaciones en la temperatura, turbidez y nivel de cloro en el agua. Esto afectó a personas más sensibles, pero «en ningún caso se sobrepasaron los parámetros máximos y se puede venir a la piscina con total tranquilidad, ya que el funcionamiento es normal y seguro para la salud.»