
LA UNIÓ Llauradora alerta sobre el impacto de las naranjas egipcias y exige medidas urgentes a la Unión Europea.
En esta campaña citrícola y en las últimas, se detecta por estas fechas una ralentización de los precios y una dinámica de mayor lentitud en la exportación debido a la entrada de naranjas de Egipto a precios muy bajos. La Unió Llauradora advierte que esta situación, marcada por la importación masiva de cítricos egipcios sin aranceles y con precios que hunden el mercado, requiere soluciones inmediatas para frenar una tendencia que preocupa enormemente a los productores locales.
Entre las medidas propuestas, LA UNIÓ reclama a la Comisión Europea que eleve el precio de entrada de los cítricos importados a un mínimo de 1 €/kg, un valor que refleje los costes reales de producción y que permita una competencia más justa en el mercado europeo. Además, solicita que el Ministerio de Agricultura active la cláusula de salvaguardia prevista en los acuerdos comerciales con Egipto. En esta línea, insta al ministro Luis Planas a iniciar los estudios y trámites necesarios para solicitar en Bruselas dicha cláusula, argumentando,
La importación de naranjas egipcias desde enero hasta marzo condiciona el mercado y distorsiona el precio de las naranjas europeas.
Precios de entrada: un sistema ineficaz, pero esencial
El sistema de precios de entrada de la UE, diseñado originalmente para proteger a los agricultores europeos frente a la competencia desleal, ha quedado completamente obsoleto, según denuncia LA UNIÓ. Sin embargo, esta herramienta sigue siendo una barrera necesaria que debe ser modernizada y fortalecida.
Actualmente, el precio de entrada para las naranjas fuera de contingente, establecido según el Valor Estándar de Importación, es de 0,693 €/kg. Sin embargo, en la práctica, este valor no se respeta en el caso de las importaciones egipcias. Los datos de 2024 muestran que las naranjas de Egipto han llegado a España con un precio medio de 0,51 €/kg, siempre por debajo del valor de entrada. Esto permite una competencia desleal que afecta directamente a los agricultores europeos.
Las cifras son alarmantes: en 2023, España importó 109.152 toneladas de cítricos egipcios a un precio medio de 0,53 €/kg, mientras que en los principales meses de la campaña de 2024 se registraron 104.192 toneladas a un precio aún más bajo, 0,51 €/kg. Estos precios están muy por debajo de los costes de producción europeos, lo que pone en peligro la rentabilidad de los agricultores valencianos.
Impacto en el mercado y la sostenibilidad europea
Carles Peris, secretario general de LA UNIÓ, subraya que “desde la parte comercial se utilizan los bajos precios de las importaciones egipcias para presionar en sentido decreciente los precios de la producción europea. Además, al aumentar estas importaciones a precios de derribo, los mercados demandan menos cítricos europeos. Esto genera una clara distorsión del mercado y es motivo suficiente para activar la cláusula de salvaguardia”.
LA UNIÓ también pone en valor la superioridad de las producciones europeas frente a las importaciones de países terceros como Egipto. La citricultura valenciana genera empleo, sostiene la economía de las zonas rurales y cumple con estrictos estándares ambientales y de calidad, garantizando productos respetuosos con el medio ambiente y con altos niveles de seguridad alimentaria y trazabilidad. Por el contrario, las importaciones egipcias no solo tienen un impacto ambiental mucho mayor, sino que tampoco contribuyen económicamente a las comunidades europeas.
Propuestas concretas de LA UNIÓ
Para frenar esta crisis, LA UNIÓ propone:
- Establecer un precio de entrada mínimo de 1 €/kg para los cítricos importados, ajustado a los costes reales de producción y al IPC actual.
- Aplicar la cláusula de salvaguardia para limitar las importaciones de naranjas egipcias durante los meses críticos de enero a marzo, protegiendo así el mercado comunitario.
- Actualizar el sistema de precios de entrada para que sea una herramienta efectiva y no quede desfasada frente a las dinámicas del mercado.
Peris concluye que es imprescindible “garantizar el cumplimiento de los precios de entrada y evitar el hundimiento del mercado europeo”, recordando que los productores europeos enfrentan estándares mucho más exigentes y costes más altos que los países exportadores como Egipto.
Con estas medidas, LA UNIÓ busca proteger la citricultura europea y valenciana, y garantizar un futuro sostenible y competitivo para los agricultores locales frente a la competencia desleal.