
Sorprende que Begoña Carrasco y la Asociación de Vecinos Rafalafena no hablen de la peatonalización de la avenida que tanto combatieron.
Nunca más se supo de la Avenida Lidón. Y eso que hace casi dos años que Begoña Carrasco es alcaldesa de Castelló. Sorprende al echar la vista atrás y recordar la turra que dio en la oposición con su entusiasta equipo vecinal habitual y la inestimable asistencia mediática de quienes se cuadran cuando el PP gobierna y son especialmente amables con los populares en la oposición.
Así es la derecha, maestra de la exageración y la mentira, capaz de anteponer su interés electoral al bien general. Cuando manda [los populares no gobiernan, mandan] disfraza la realidad para perpetuarse y en la oposición aplica una política de tierra quemada.
Luego, si electoralmente procede, dice digo donde antes dijo Diego. La Avenida Lidón es un buen ejemplo del timo de la estampita: desde junio de 2023 están callados y todos sabemos que el silencio resulta muy expresivo.
Sorprende la inacción porque se hizo tanta demagogia en el segundo mandato de Amparo Marco, que llegué a pensar que el PP recuperaría la avenida para los coches, ya que según sostuvo entonces, esta obra dificultaba el acceso a un centro comercial que se moría. Por cierto, desde que en 2023 llegaron PP y Vox se han marchado Zara, Oysho y Pull&Bear.
Algunas de las caras visibles de hoy de la Asociación de Vecinos de Rafalafena son las mismas que hace 35 años soliviantaban al barrio contra el alcalde socialista, Daniel Gozalbo, para provocar su caída y la victoria del PP.
Carrasco fue demasiado lejos en la oposición, en una tertulia de Radio Castellón llegó a afirmar que al sacar los vehículos de la avenida se había incrementado la contaminación en zonas colindantes.
Y ahora calla la alcaldesa y calla la Asociación de Vecinos de Rafalafena, un colectivo con liderazgos de hoja perenne y posicionamientos políticos, sociales y medioambientales caducos. De hecho, algunas de sus caras visibles ya salían en las fotos cuando soliviantaban al barrio contra el alcalde socialista, Daniel Gozalbo.
Perennes liderazgos y caducos y falsos argumentos de quienes se entregan con pasión a las causas del PP, pese a saber que las zonas peatonalizadas ganan en calidad de vida y capacidad de negocio. Lo certifican los expertos y las estadísticas.
El 12 de abril de 2021 ya se decía en la web de la Cope que “los comercios de calles peatonales facturan un 30% más que los situados en vías colindantes con aceras más estrechas donde el tráfico gana protagonismo” y que “la peatonalización de algunas de las principales arterias comerciales de las grandes ciudades favorece el consumo a pie de calle, revalorizando los locales hasta un 20%”.
Ni el Partido Popular, ni Begoña Carrasco, ni sus rafalafenos friends pedirán perdón por toda la demagogia y las mentiras que utilizaron para desgastar a la socialista Amparo Marco con la remodelación de la Avenida de Lidón.
Lo sabían Begoña Carrasco y sus incondicionales dirigentes vecinales de Rafalafena, aunque preferían obviar la evidencia y lo que los hechos luego han demostrado: terminadas las obras, los coches emisores de CO₂ han cedido el espacio a seres humanos que caminan, corren, van en silla de ruedas o en bicicleta. Han ganado las personas, fundamentalmente, los niños.
Aunque rectificar es de sabios, no lo harán ni el PP, ni Begoña Carrasco, ni sus rafalafenos friends. Y no pedirán perdón por sus mentiras. A lo sumo, se confesarán, aunque no nos enteraremos porque eso pertenece al ámbito privado.
Tampoco creo que les dé por expulsar del paseo a las personas para repoblarlo con coches, salvo que Ortolá y Vidal decidan alzar la vox y exigirlo.
Rafa García. Periodista