Una de las celebraciones más emblemáticas de l'Alcora, junto con la procesión de Cristo, es sin duda la 'Festa del Rotllo'.
Cada Lunes de Pascua, este 21 de abril de 2025, l’Alcora se llenará de alegría y festividad para recibir, como ocurre desde tiempos inmemoriales, a los niños del pueblo y de localidades cercanas que participan en la Romería de Niños, considerada la única romería en España en la que los protagonistas son los más pequeños, y para el posterior reparto de los rollos.
La tradición remonta su origen a mediados del siglo XVIII, cuando una grave sequía afectó a los cultivos de l’Alcora. Ni las oraciones ni los ruegos lograban cambiar la voluntad divina. El Consejo Municipal decidió enviar a un grupo de niños menores de siete años a la ermita más alta del término, San Cristóbal, para que, desde un lugar más cercano al cielo, pudieran elevar sus súplicas al Padre Dios.
Los niños y las autoridades religiosas se encerraron en la ermita durante varias horas, entre rezos y oraciones, para regresar al pueblo poco después. A los pocos días, una lluvia torrencial salvó las cosechas, y en agradecimiento, una vecina ofreció varios sacos de harina, con los cuales se elaboraron los rollos con llavoretes, que se distribuyeron entre todos los niños. Esta es la leyenda popular sobre el origen de la fiesta.
Hoy en día, la Festa del Rotllo rememora este hecho con la Romería de Niños, que, acompañada de música popular (como la “dolçaina i tabalet” y, en los últimos años, la rondalla de cuerda), asciende hasta la Ermita de San Cristóbal. La romería, seguida por todos aquellos que desean participar, sin restricciones de edad o procedencia, parte de la iglesia parroquial y es presidida por una cruz, seguida de los monaguillos, los niños y las autoridades religiosas que portan la reliquia de San Cristóbal. El recorrido, que supera un desnivel de 150 metros, conecta la iglesia (a 279 m) con la cima de San Cristóbal (a 429 m), en un trayecto de poco más de un kilómetro.
Todos los participantes reciben una cinta conmemorativa de la fiesta y un pequeño rollo de pan. Al llegar a la ermita, se celebra una misa de acción de gracias, recordando el favor recibido por el pueblo. Durante la misa, se recitan plegarias y se cantan los gozos en honor a San Cristóbal. Posteriormente, se disfruta de un almuerzo con tortillas de ajos tiernos, habas y la tradicional mona de dos huevos.
Al finalizar los actos religiosos, más de 2.000 personas descienden hacia el pueblo, primero por la montaña abierta y luego por las empinadas calles del Calvario, entonando los tradicionales cantos de «Solispassa«, que resuenan en todo el entorno hasta llegar a la población situada al pie de la cima.
Ous, ous, bona coca i bon dijous.
El dijous de matí,
bona coca per a mi.
El dijous de vesprà,
bona coca amb cansalà.”“Angelets del cel
baixareu a Pasqua
ous i caragols
i fulletes de carrasca.
El orden de la comitiva cambia en el descenso, siendo presidida por las autoridades religiosas con la reliquia, seguida por la cruz, los monaguillos, los niños y, finalmente, el resto de la población.
Al llegar a la puerta del Calvario, las autoridades, acompañadas de la reina, las damas, la banda de música y los “angelitos” (niños menores de tres años vestidos para la ocasión con túnica, capa, alas de paloma y corona, representando la inocencia), esperan a los romeros. Todos se trasladan en comitiva, cantando, hasta la iglesia parroquial, donde se realiza el reparto del rollo entre todos los participantes de la fiesta.
Hoy en día, no es necesario subir a la ermita para recibir el rollo. Cualquier persona que desee disfrutar de la fiesta, ya sea activamente o como espectador, puede acudir a recoger el tradicional rollo de pan y llavoretes.
Este día, l’Alcora ve su población multiplicada por cuatro debido a la afluencia de visitantes de toda la comarca y la provincia, quienes, desde tiempos remotos, han buscado los favores que San Cristóbal ofrece a quienes cumplen con la tradición. Entre las costumbres más destacadas se encuentra la de guardar el primer rollo, ya que, según la tradición, garantiza protección contra la desgracia.
En reconocimiento a su singularidad, la Festa del Rotllo fue declarada de Interés Turístico Provincial por la Consejería de Turismo en una resolución fechada el 23 de noviembre de 2009. L’Alcora se enorgullece de ser la sede de esta “romería” única en España.