Los fabricantes de queso en crisis por acuerdos de libre comercio

Los fabricantes de queso en crisis por acuerdos de libre comercio

Ante la disminución de granjas de producción de leche en la Comunitat, la entidad critica el nuevo tratado de libre comercio entre la UE y Nueva Zelanda.

 

La Associació de Fabricants de Formatge de la Comunitat Valenciana (AFCV) ha exigido este lunes la revisión o derogación de acuerdos de libre comercio debido al «ahogo» que enfrenta el sector. Esto se ha declarado en un comunicado en respuesta a las protestas convocadas en el sector primario para este martes, señalando que la autonomía, al igual que otras regiones, «se está quedando sin granjas de producción de leche y sin leche no se van a producir quesos».

Según la entidad, esta problemática «se agrava año tras año debido a políticas que no favorecen el desarrollo y trabajo digno de ganaderos y productores de lácteos y sus derivados».

Los fabricantes de queso destacan que la situación «generalizada en un mercado globalizado» se ve agravada por «las políticas normativas y comerciales que se dictan desde Bruselas, y a nivel estatal, la presión continua de la burocracia y la aplicación estricta de nuevas regulaciones solo ahogan la vida diaria del productor, especialmente cuando se trata de medianos y pequeños ganaderos y elaboradores lácteos».

Ante la disminución de granjas de producción de leche en la Comunitat Valenciana, la entidad critica que el nuevo tratado de libre comercio entre la UE y Nueva Zelanda «permitirá la entrada, por un período de tiempo, de 25,000 toneladas de queso con arancel cero«.

Por tanto, considera necesario «revisar o incluso derogar los acuerdos, dando preferencia a nuestros productos y evitando que sirvan como moneda de cambio para favorecer a otros intereses productivos europeos con mayor capacidad e influencia en Bruselas».

La asociación comparte especialmente el «agravio de los ganaderos frente a las crecientes exigencias para cumplir con los reglamentos de la Política Agraria Común» y acusa a las diferentes administraciones de «complicar cada vez más la práctica de un oficio ancestral como el ganadero, que fija población en el medio rural, genera miles de puestos de trabajo, cuida el territorio y provee a la sociedad de alimentos».

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En esta línea, también abogan por la aplicación del principio de preferencia comunitaria ante las importaciones de productos alimentarios de terceros países.