Una vez más, Santiago Abascal y su partido, VOX, han sido objeto de amenazas e insultos, un clarísimo delito de odio, en las calles de Castellón.
La fotografía de cabecera está tomada en el camino de Villamargo.
La segunda pintada se ha realizado en el camino de Almalafa, en los túneles que cruzan la carretera de acceso al puerto.
La extrema izquierda radical y el “feminazismo” siguen reivindicando “su” particular libertad de expresión, los menos extremistas solo protestan cuando les afecta a ellos y parece que todo el mundo acepta como normales los delitos de odio si se comenten contra VOX o su presidente.