Sanidad descarta que el fallecimiento esté vinculado a la interrupción en el suministro eléctrico.
Una mujer de 46 años perdió la vida este lunes en la localidad de Alzira, en la provincia de Valencia, mientras se encontraba en su vivienda conectada a un dispositivo de oxígeno que dejó de funcionar al quedarse sin suministro eléctrico, según informó la Jefatura Superior de Policía de la Comunidad Valenciana.
El aviso se recibió en la sala del 091 alrededor de la una de la tarde, momento en el que se alertó a los agentes de que la mujer, quien padecía «una enfermedad pulmonar, había dejado de respirar».
Al llegar al lugar, los policías intentaron auxiliarla y le practicaron maniobras de reanimación cardiopulmonar durante aproximadamente veinte minutos, en espera del equipo médico de emergencia, de acuerdo con la información facilitada por la Policía Nacional.
Pese a los esfuerzos, las maniobras de reanimación no lograron resultados positivos, y finalmente se confirmó su fallecimiento, que, según las fuentes policiales, «se debió a causas naturales».
Conforme adelanta Las Provincias, la salud de la mujer era muy delicada: «tenía movilidad reducida y necesitaba estar conectada a una máquina de oxígeno durante varias horas al día».
Según explicaron sus familiares, sufría una enfermedad poco común. “Los médicos nunca lograron darle un diagnóstico certero. En el Hospital La Fe nos dijeron que solo había dos casos como el suyo en todo el país”, comentaron. Su madre era quien la cuidaba a diario y no se separaba de ella. Estaba constantemente pendiente de cualquier cosa que su hija pudiera necesitar, entregándose por completo a su bienestar.
Sin embargo, este lunes, en un breve momento en el que la madre salió a comprar pan, todo cambió. “Estuvo fuera apenas diez minutos. Cuando notó que se había ido la luz, regresó corriendo a casa y se encontró a su hija ya morada. No podía respirar”, relatan sus allegados.
La familia sostiene que la mujer «estaba conectada a su aparato de oxígeno cuando, alrededor de las doce y media del mediodía, este dejó de funcionar debido al apagón».
Al ver la gravedad de la situación, la madre pidió ayuda a una vecina y juntas contactaron de inmediato con la Policía Nacional. Los agentes acudieron rápidamente al domicilio y comenzaron a practicarle maniobras de reanimación. Durante unos angustiosos veinte minutos intentaron salvarla, hasta que llegó el equipo sanitario de emergencias, que continuó con los intentos. Lamentablemente, nada se pudo hacer para salvarla, y minutos después de las dos de la tarde se confirmó oficialmente su fallecimiento.
Según indicaron fuentes de la Conselleria de Sanidad, «el fallecimiento de la mujer no estuvo relacionado con la interrupción del suministro eléctrico y por tanto, con la falta de oxígeno». Aclararon que la paciente, que «sufría diversas afecciones de salud, utilizaba el dispositivo de oxígeno únicamente durante las horas nocturnas. Por ello, atribuyeron su muerte a una de las enfermedades crónicas que padecía».
