El ministro de Transportes, pleno de credibilidad tras la dana, dijo en Castelló que en un año las Cercanías funcionarán de forma óptima.
El ministro de Transporte y Movilidad Sostenible, Óscar Puente, vino el pasado viernes al Grao de Castelló, vio y venció. Hasta uno de los propagandistas habituales del derechío y el facherío local hablaba ayer bien del exalcalde de Valladolid en su homilía dominical impresa.
Es lo que a veces sucede cuando la realidad de los hechos se impone a la posverdad que propala la Brunete Mediática desde que en 2018 Pedro Sánchez se convirtió en presidente del Gobierno.
Me refiero a cabeceras, radios y televisiones que otrora fueron serias y que desde 2023 se afanan por desprestigiar a un ministro que, en vez de poner la otra mejilla, ha optado por replicar y defenderse de la sarta de mentiras e insultos que se vierten a diario.
A Puente no lo achantan ni la Brunete Mediática ni el violento ejército de francotiradores que continuamente opera desde X (Twitter) y otras redes sociales.
El ministro Puente, consciente de las muchas quejas que suscita el servicio, dijo el pasado viernes en el Grao de Castellón que dentro de un año las Cercanías ganarán en fiabilidad y se podrá plantear un incremento de frecuencias.
El problema de estos profesionales de la manipulación es que tarde o temprano la verdad sale a flote y que hoy todo el mundo sabe que el ministro responsable de las infraestructuras estatales es una persona solvente que atesora una acreditada capacidad para planificar, programar y cumplir, a veces, hasta acortando plazos. Basta recordar que tras la dana las carreteras y las líneas de ferrocarril volvieron a estar operativas en un tiempo récord.
Seguramente es la razón por la que Óscar Puente triunfó en Castelló cuando aseguró que el servicio de Cercanías ganará fiabilidad dentro de un año, una vez que finalicen las obras de la implantación de la segunda vía de ancho mixto entre la capital de la Plana y la ciudad de València.
A partir de ese momento se ganará en fluidez y regularidad y será posible plantear un incremento de frecuencias, pero mientras, el ministro, lejos de vender humo, reconoció ser consciente de la existencia de muchas quejas de los usuarios, a los que pidió un poco más de paciencia.
Las interminables obras entre València y Castelló son la consecuencia de la chapuza impulsada por el Gobierno del PP con Mariano Rajoy en 2012 de hacer coincidir en una misma vía las Cercanías y los trenes de largo recorrido.
La información ofrecida por Puente nos ayuda a conocer el minuto y resultado de unas obras demasiado largas que surgieron del sindiós diseñado en 2012 por la ministra de Fomento de Rajoy, Ana Pastor, para que los trenes de Cercanías, AVE y largo recorrido compartieran una misma vía.
Aunque ni a ‘Pepe Gotera y Otilio, chapuzas a domicilio’ se les hubiera ocurrido tamaño despropósito, el PP de la época salió en bloque a aplaudir, desde el president de la Generalitat, Alberto Fabra, a la consellera de Infraestructuras, Isabel Bonig. Y con el silencio cómplice del entonces alcalde de Castelló, Alfonso Bataller, y todo el equipo de gobierno del PP, del que ya formaba parte la hoy alcaldesa, Begoña Carrasco.
Por cierto, en 2012 los usuarios pagaban por desplazarse en Cercanías y hoy van gratis a pesar de que el PP votó en contra el día de la convalidación de famoso decreto ómnibus.
Rafa García. Periodista