La programación religiosa, con sus emblemáticas procesiones por las calles empedradas del casco antiguo, ha sido uno de los principales reclamos para los visitantes.
Peñíscola, conocida como la «Ciudad en el Mar», ha cerrado la Semana Santa 2025 con excelentes resultados en ocupación y actividad turística, consolidándose como uno de los destinos más atractivos de la Comunitat Valenciana. Según ha confirmado Ramón Simó, edil de Turismo, las cifras proporcionadas por la Agrupación de Empresarios Turísticos de Peñíscola (Agretur) reflejan que prácticamente la totalidad de las plazas de alojamiento estuvieron ocupadas durante los primeros días festivos, un logro que destaca a pesar de las previsiones meteorológicas poco favorables previas a las celebraciones.
La programación religiosa, con sus emblemáticas procesiones por las calles empedradas del casco antiguo, ha sido uno de los principales reclamos para los visitantes. A esto se suma una variada oferta de actividades culturales y complementarias que han enriquecido la experiencia de los turistas. «Han sido un extraordinario reclamo que ha resistido a las no tan buenas previsiones meteorológicas«, destacó Simó, subrayando cómo el buen tiempo durante las jornadas festivas favoreció la afluencia de público y el disfrute del destino.
Durante la semana posterior, que incluye festivos escolares en la Comunitat Valenciana y el puente de San Vicente Ferrer (celebrado el 8 de abril en numerosos municipios, aunque no en todos, como Castellón de la Plana o Alicante), Peñíscola ha mantenido un sólido nivel de ocupación. Según los datos de Agretur, las reservas hoteleras han oscilado entre el 75% y el 85% hasta el viernes, alcanzando más del 90% durante el fin de semana siguiente. Estas cifras reflejan la capacidad del municipio para atraer tanto a turistas nacionales —principalmente de la Comunitat Valenciana, Aragón y Madrid— como a visitantes internacionales que buscan combinar sol, playa y patrimonio cultural.
La oferta de Peñíscola durante esta Semana Santa ha sido especialmente diversa. Además de los actos litúrgicos, que se extendieron desde el 17 hasta el 27 de abril e incluyeron la tradicional bendición de palmas del Domingo de Ramos frente al ermitorio de la Virgen de la Ermitana, el destino ha complementado su agenda con eventos culturales y deportivos. La concejala de Cultura, Lidia Herrero, destacó la «espectacularidad» de las procesiones en el casco antiguo, un marco incomparable que atrae a miles de visitantes cada año.
A nivel regional, la Comunitat Valenciana ha registrado una previsión de ocupación del 74% en su litoral durante la Semana Santa, según un sondeo de Turisme Comunitat Valenciana. Destinos como Benidorm (81,4%) y Alicante (75%) lideran las reservas, pero Peñíscola se mantiene como un referente en la provincia de Castellón, con una ocupación que compite con los principales puntos hoteleros de la región. Las reservas de última hora, influenciadas por el buen tiempo, han contribuido a estos resultados, especialmente para el turismo familiar nacional, que muestra un alto grado de fidelidad hacia destinos como Peñíscola.
El puente de San Vicente, que prolonga las vacaciones escolares en la Comunitat Valenciana, ha sido una oportunidad adicional para el sector turístico. Aunque no todos los municipios, como Alicante o Castellón de la Plana, consideran el 8 de abril como festivo, la ausencia de clases ha favorecido los desplazamientos familiares, consolidando a Peñíscola como un destino ideal para escapadas cortas.
Con casi 10.000 plazas hoteleras y una población que se multiplica durante estas fechas, pasando de 8.450 habitantes a cerca de 100.000 personas, Peñíscola ha sabido gestionar esta afluencia sin generar sensación de saturación. Su combinación de playas extensas, patrimonio histórico y una oferta turística familiar, cultural y deportiva continúa siendo clave para su éxito.
En resumen, la Semana Santa 2025 ha marcado un arranque prometedor para la temporada turística en Peñíscola. Con un sector preparado para recibir visitantes y una agenda que combina tradición, cultura y ocio, la localidad se reafirma como un destino imprescindible en la Comunitat Valenciana, augurando un verano igual de exitoso.