
En estos casos, las personas implicadas se enfrentan a una multa de 500 euros y a la prohibición de presentarse nuevamente al examen durante seis meses, conforme a la Ley de Seguridad Vial.
El examen para obtener el permiso de conducción es una de las pruebas fundamentales para quienes desean conducir. La mayoría de los aspirantes dedican muchas horas al estudio de la normativa de circulación y realizan numerosos test similares a los de la prueba oficial.
Sin embargo, un pequeño número de examinados opta por hacer trampas. Con los avances tecnológicos, estos métodos se han vuelto más sofisticados. Desde el inicio del año, 17 personas han sido sorprendidas utilizando dispositivos audiovisuales para aprobar el examen de manera fraudulenta.
No es un caso aislado. En 2024, se detectaron 24 personas usando estos aparatos, lo que muestra un aumento en este tipo de irregularidades.
Las inspecciones preventivas fueron realizadas por agentes de la Unidad de Investigación de Seguridad Vial (UNIS-GIAT), pertenecientes al Subsector de Tráfico de Castellón, junto con los examinadores de la Jefatura Provincial. Estas revisiones buscan evitar suplantaciones de identidad y otras ilegalidades, garantizando la transparencia del proceso.
Sanciones para los infractores
Los implicados en estas prácticas enfrentan sanciones conforme a la Ley de Seguridad Vial, que incluyen:
- Multa de 500 euros.
- Prohibición de realizar el examen durante seis meses.
Además, dos personas han sido investigadas por delitos contra la Seguridad Vial, ya que intentaron examinarse pese a tener sus permisos retirados por resolución judicial.
En estos casos, el Código Penal contempla penas que pueden incluir:
- Prisión de tres a seis meses.
- Multa de doce a veinticuatro meses.
- Trabajos en beneficio de la comunidad de 31 a 90 días.
La Guardia Civil recuerda la importancia de respetar las normas de tráfico, ya que este tipo de conductas ponen en riesgo la seguridad de todos los usuarios de la vía.