
El hombre avisó por teléfono a la Policía y, al llegar dos agentes para disuadirlo, se mostró alterado e inició un forcejeo con "total desprecio" a la autoridad
El hombre que este jueves intentó prenderse fuego frente a los juzgados de Vila-real (Castellón) ha sido condenado a dieciséis meses de prisión por un delito de atentado y a una multa de 360 euros por dos delitos leves de lesiones, en un juicio rápido celebrado este viernes. El condenado ha ingresado ya en prisión.
Según fuentes del Tribunal Superior de Justicia, el juez considera probado que el hombre acudió al aparcamiento situado frente al edificio judicial con un bidón rojo, con la intención de quemarse a lo bonzo, tal como él mismo había manifestado instantes antes.
La sentencia señala que el acto fue llevado a cabo como protesta por un procedimiento judicial abierto contra él en el Juzgado de Violencia.
Antes de acudir al lugar, el hombre había avisado telefónicamente a la Policía de sus intenciones. Cuando dos agentes se presentaron para persuadirlo, se mostró alterado y, «con total desprecio» hacia la autoridad y sus indicaciones, inició un forcejeo con ellos.
Durante el altercado, cogió el bidón y se lo vació sobre la cabeza, salpicando también a los agentes. No obstante, no logró prenderse fuego, ya que, debido a su estado de agitación, no pudo encender el mechero que portaba.
Los agentes consiguieron reducirlo, aunque el hombre continuó ofreciendo resistencia activa y agresiones.
Como consecuencia de la intervención policial, se registraron las siguientes lesiones:
- Uno de los policías sufrió excoriaciones en ambos brazos y un traumatismo en un dedo de la mano.
- El otro agente presentó arañazos en ambos antebrazos.