Con la venia: el Papa está muy malito...
…y hoy, Miércoles de Ceniza, cuando tecleo estas líneas, no se sabe si saldrá vivo del Hospital o morirá allí. En cualquier caso le deseo un tránsito corto y suave.
Lo que podemos asegurar es que en un futuro más bien cercano, será preciso proveer la vacante en la Silla de Pedro.
Para esa ocasión se reunirán los votantes concernidos y, revestidos de los ropajes y el rito previstos, procesionarán hasta La Sixtina.
Una vez cumplido el protocolo, los cardenales tomarán asiento en sus sitiales y se cerrarán las puertas de La Capilla.
De acuerdo con lo que es canónico supongo que, en ese mismo momento, el Santo Espíritu tomará posesión de las almas de los electores, guiará sus disquisiciones, y les iluminará en la decisión final. Amén.
Mientras tanto -como es costumbre durante estos encierros deliberatorios cardenalicios- un millarypico de millones de humanos estarán atentos al color de un humo.
El que avanzará el resultado de las las votaciones desde una chimenea bastante chatarrilla. Que ya podrian cambiarla, digo yo.
Cuando por fin se produzca la fumata bianca -y oigamos lo de ¡Habemus Papam!- el sonido del suspiro de alivio de los fieles católicos será La Mundial. Como siempre ocurre en estos casos.
Y a mucha menor escala, en nuestra Ciudad también se repetirá un episodio asociado al nuevo Papa, que es lo suficientemente chusco para que se os avise dello y lo disfrutéis si os place.
En la próxima entrega os lo cuento.
B.S.R.
Get Ready parece un buen comentario musical para hoy.
Manolodíaz.
