Con la venia: pasó una semana...
…y debemos señalar que Jorge Mario Bergoglio, ha cumplido una docena de años en el cargo, además de lo cual está mejorando en salud.
Sea en buena hora.
Pero lo que nos compete hoy, es el episodio que ya os anuncio se reproducirá en un futuro cercano.
Veamos: nací bajo Pío XII, el Estirao. Aquel que salía en el jodío NODO todas las semanas.
El que, según parecía, usaba la Silla Gestatoria hasta para ir a tomar su cappuccino.
O sea que, desde el año 58 hasta la fecha, de elecciones papales he visto unas cuantas.
Invariablemente ante un suceso tal, los medios de información cumplen con su labor de propagar la noticia y sondear el parecer de las gentes. Y aquí vienen las risas.
Para ilustraros de como suceden, os cuento que cierto día del año 13 -cuando sale elegido Francisco- compro varios periódicos, y me los llevo a la desayunería del Pepónides para informarme.
Leo que en todos los diarios se pregunta a unos cuantos personajes locales: ¿Qué le pide usted al nuevo Papa?
Y para mi asombro, casi ninguno de los interrogados le pide nada.
Prácticamente todas las respuestas empiezan por «Tiene que» o «Debe de» e incluso «Está obligado a».
Así. Con un par.
Naturalmente al principio me entra la sardónica por lo rotundo de las frases, pero cuando miro alguna de las identidades de los contestantes me empiezo a partir la caja.
Dos compas de colegio míos -réprobos y relapsos ambos- que cafetean en mesa vecina, quieren saber cual es el chiste.
Les recuerdo que -para empezar- la persona elegida es un bonaerense de origen italiano. Es decir; se trata del primer Papa transoceánico. Lo cual ya rompe la pana.
También es el primero en el cargo que procede de la Compañía de Jesús. Tate tú a la güay.
Se va a tener que enfrentar a la Curia Romana y los acontecimientos mundiales que le toquen. Uúffff.
Quedamos de acuerdo en que no es trabajo para indoctos; es la UltraSuperMegaLiga.
Entonces les leo en voz alta que varios conciudadanos, entre los que hay excelsísimos boronos pairales, le dictan al Papa unos regüeldos sobre lo que debe, o tiene, o está obligado a hacer.
Y los tres me piís de la riís. De consuno y largo rato.
Solo paramos -de cuando en vez- para reseñar la sobraera de los encuestaos, y los detalles de sus «hojas de servicio.»
No reproduciré aquí los comentarios.
Pero dentro de un tiempo, cuando salga otra fumata bianca de la cutre chimenea, nos vemos en alguna buena desayunería y os prometo que os los susurraré.
Pero actualizados. Muy actualizados.
Esa mañana nos reiremos juntos.
Y encargaremos otra ronda de Asiáticos.
B.S.R.
Urubú es el elepé que sonó mientras tecleaba. Disfrutadlo.
Manolodíaz.
