El Gobierno aprueba un proyecto de ley para prevenir el consumo de alcohol en menores con "medidas integrales y urgentes".
Este martes 11 de marzo de 2025, el Consejo de Ministros de España aprobó un proyecto de ley descrito como «estatal, urgente, integral y necesario» para prevenir el consumo de alcohol entre menores de edad. La ministra de Sanidad, Mónica García, destacó en la rueda de prensa posterior la importancia de esta iniciativa, que abarca los ámbitos familiar, educativo y sociosanitario, y que ahora iniciará su trámite parlamentario. Este proyecto responde a una problemática de salud pública que, según datos oficiales, afecta de manera significativa a la población adolescente del país.
Un mensaje claro: el alcohol no es seguro
Durante su intervención, García enfatizó que «la evidencia científica es clara: no existe una cantidad mínima segura de consumo de alcohol«. La ministra subrayó que el consumo de esta sustancia no aporta beneficios a la salud y resulta especialmente peligroso para niños y adolescentes, ya que «afecta al desarrollo del cerebro y provoca conductas de riesgo«. En este sentido, instó a la sociedad a desnormalizar el consumo de alcohol, una sustancia que, pese a su arraigo cultural, tiene efectos devastadores en las generaciones más jóvenes.
Medidas sociosanitarias y de seguridad
Entre las disposiciones más destacadas del proyecto se encuentra la atención a menores que lleguen a urgencias por intoxicación etílica. Estos casos no solo serán tratados médicamente, sino que los menores y sus familias serán sometidos a una evaluación y seguimiento posterior. Además, los episodios de intoxicación quedarán registrados en la historia clínica del menor, «lo que permitirá un mejor control y prevención».
En el ámbito de la seguridad, las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado podrán realizar pruebas de alcoholemia con etilómetros no invasivos en lugares donde esté prohibido el consumo de alcohol. Estas pruebas podrán repetirse a solicitud de la persona afectada. Las sanciones por infracciones leves relacionadas con el consumo de alcohol en menores podrán sustituirse por la participación en programas preventivos o de rehabilitación, adaptados a cada caso.
Educación como pilar preventivo
El proyecto también busca integrar la prevención del consumo de alcohol en el sistema educativo. Se promoverán contenidos específicos en los currículums de Primaria, Secundaria, Bachillerato, Formación Profesional y formación del profesorado, así como en planes de estudios universitarios. Además, las actividades extraescolares incluirán programas para fomentar estilos de vida saludables y retrasar la edad de inicio en el consumo de alcohol. La norma prohíbe explícitamente la participación de empresas relacionadas con la producción o venta de bebidas alcohólicas en estas actividades.
Restricciones urbanísticas y en la venta
En el ámbito urbanístico, se limitará la apertura de nuevos puntos de venta de alcohol cerca de centros educativos, de protección social o espacios destinados a menores. En cuanto a la venta, las máquinas expendedoras deberán contar con mecanismos que impidan el acceso de menores, y no podrán instalarse en vías públicas ni en lugares donde el consumo esté prohibido. Asimismo, en los supermercados y tiendas de autoservicio, las bebidas alcohólicas se ubicarán en zonas separadas de los productos destinados a menores, y en tiendas enfocadas a este público no se permitirá su venta ni exhibición.
Publicidad bajo control
El proyecto impone estrictas regulaciones a la publicidad de bebidas alcohólicas. Queda prohibida cualquier forma de promoción directa, indirecta o encubierta dirigida a menores, incluyendo el uso de personajes o estilos asociados a este grupo de edad. No se podrán emplear imágenes de personas menores de 21 años, mujeres embarazadas o referencias que vinculen el alcohol con el éxito social, sexual o físico. Además, se prohíbe la publicidad en un radio de 150 metros alrededor de centros educativos, sanitarios o de ocio infantil, una medida que entrará en vigor un año después de la publicación de la ley, respetando los contratos preexistentes.
Datos que respaldan la urgencia
La necesidad de esta ley se sustenta en datos preocupantes. Según la Encuesta Estatal sobre Uso de Drogas en Enseñanzas Secundarias en España (ESTUDES) de 2023, el alcohol es la sustancia psicoactiva más consumida entre estudiantes de 14 a 18 años: el 75,9% lo ha probado alguna vez, el 73,6% en el último año y el 56,6% en el último mes. La edad media de inicio se sitúa en los 14 años, y un alarmante 93% considera fácil o muy fácil acceder a bebidas alcohólicas. Estos datos, disponibles en el sitio oficial del Ministerio de Sanidad (www.sanidad.gob.es), reflejan la magnitud del problema.
El proyecto se alinea con recomendaciones de organismos internacionales como la Organización Mundial de la Salud (OMS), que en su informe de 2023 sobre el consumo de alcohol señala que el inicio temprano está asociado a mayores riesgos de dependencia y problemas de salud mental en la adultez (OMS, «Global Status Report on Alcohol and Health«). Asimismo, estudios de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) han corroborado que el consumo de alcohol en adolescentes afecta el desarrollo de la corteza prefrontal, clave en la toma de decisiones y el control de impulsos.