Adif ya prepara una denuncia formal por los robos, y la Guardia Civil solicita colaboración ciudadana para identificar a los responsables.
Un robo de cables de cobre en cinco puntos de la línea de alta velocidad (AVE) Madrid-Sevilla, ocurrido el domingo 4 de mayo de 2025, provocó el colapso del servicio ferroviario, afectando a más de 10.700 viajeros y 30 trenes. El incidente, que coincidió con la operación retorno del puente de mayo y el inicio de la Feria de Abril en Sevilla, generó retrasos de hasta 12 horas y dejó a miles de pasajeros varados, algunos sin agua ni comida durante la noche. El ministro de Transportes, Óscar Puente, ha calificado el suceso como un “acto grave de sabotaje” y ha señalado que la Guardia Civil ya investiga lo que describe como una acción “bastante organizada”.
Detalles del presunto sabotaje en la Alta Velocidad Española (AVE)
Según Puente, los robos se produjeron en puntos estratégicos de la provincia de Toledo (Los Yébenes, Manzaneque, Mora, Orgaz y Urda), en un radio de 10 kilómetros, en zonas sin cámaras de seguridad.
Quien lo hacía sabía perfectamente dónde iba.
Afirmó, destacando que los autores cortaron alambradas y atacaron cajas de seguridad con conocimientos precisos de la infraestructura.
Se sustrajeron unos 150 metros de cable de cobre, con un valor estimado de apenas 1.000 euros, una cantidad despreciable frente al enorme daño causado.
Según el ministro.
Puente subrayó que el cable robado es “el óptimo para privar de servicio a toda la línea”, ya que afecta los sistemas de señalización que garantizan la seguridad de la vía. “Si se sustrae, deja a ciegas la vía”, explicó, lo que obliga a reducir la velocidad a 40 km/h en el tramo afectado. El ministro sugirió que la intención, “como mínimo”, era bloquear la línea.
Comparó el incidente con un robo similar en Cataluña en mayo de 2024, ocurrido en vísperas de las elecciones autonómicas, señalando el “acierto tremendo” en la elección de fechas y lugares.
Impacto y respuesta operativa
El robo, detectado a las 17:45 del domingo, se vio agravado por un segundo incidente: un tren de Iryo, detenido por la ralentización del tráfico, sufrió un “enganchón” con la catenaria, dejando sin energía a la línea. Esto prolongó el caos, con algunos trenes varados hasta nueve horas. Algunos pasajeros denunciaron la falta de suministros y pidieron compensaciones. Una niña sufrió un ataque de apendicitis durante el trayecto, y Puente expresó su preocupación, aunque no dio más detalles.
Adif, el gestor de la infraestructura, restableció la circulación al 70% a las 11:30 del lunes, con normalidad total prevista entre las 14:00 y las 16:00. Renfe habilitó trenes de doble composición (como un AVE-AVLO) para reubicar pasajeros y permitió cambios o anulaciones de billetes sin coste. Sin embargo, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) advirtió que, según el reglamento europeo, las indemnizaciones podrían no aplicarse si se confirma que el retraso se debió a terceros, como en este caso.
Polémica política por «el casos en el AVE»
El incidente desató una guerra política entre el Gobierno y el PP. Alberto Núñez Feijóo, líder del PP, calificó el caos de “impropio de la cuarta economía del euro” y denunció que “miles de españoles” quedaron atrapados “sin agua, sin nada” por segundo lunes consecutivo, en referencia al apagón masivo del 28 de abril.
La gente no merece pagar más impuestos a cambio de peores servicios.
Afirmó en X, prometiendo hacer que “España vuelva a funcionar”.
El PP exigió la comparecencia urgente de Puente en el Parlamento, una auditoría de la red ferroviaria y compensaciones inmediatas para los afectados, acusando al Gobierno de “mala gestión” e “incompetencia”. Dirigentes como Juan Bravo, Carmen Fúnez y Javier Arenas, que viajaban en los trenes afectados, criticaron la falta de alternativas y de información. La presidenta de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, habló de una “calamidad diaria” y un “bochorno internacional”, mientras que el presidente andaluz, Juanma Moreno, pidió soluciones urgentes ante el impacto en la Feria de Abril.
El PSOE replicó acusando a Feijóo de “carroñero político” por no condenar el sabotaje y buscar “rascar votos”. Puente, por su parte, reprochó al PP aprovechar “cualquier eventualidad” para atacar, insistiendo en que su prioridad es restablecer el servicio. El ministro de Cultura, Ernest Urtasun (Sumar), expresó solidaridad con los afectados y prometió soluciones.
Reacciones y medidas futuras
Podemos e Izquierda Unida exigieron una investigación exhaustiva y mayor seguridad en las infraestructuras. El subdelegado del Gobierno en Granada, José Antonio Montilla, lamentó que el PP use el incidente para atacar en lugar de colaborar. La Junta de Andalucía, por su parte, acusó al Gobierno de “sabotear Renfe” por falta de inversión, denunciando un “trato injusto” a la región.
Puente admitió la necesidad de reforzar la seguridad de la red ferroviaria, que cuenta con 4.000 km de alta velocidad y un creciente número de usuarios tras la liberalización del mercado.
Adif ya prepara una denuncia formal por los robos, y la Guardia Civil solicita colaboración ciudadana para identificar a los responsables.
El caos ferroviario, sumado al reciente apagón, pone en el foco la vulnerabilidad de las infraestructuras críticas en España y reaviva el debate sobre su gestión y seguridad, mientras los afectados esperan respuestas y compensaciones.
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Fotografías: X/@oscar_puente_
