“Que la paz esté con todos ustedes” fue el saludo inicial de León XIV como nuevo líder de la Iglesia Católica.
El mundo católico celebra la elección del nuevo Sumo Pontífice. A las 18:08 horas (CEST), la chimenea de la Capilla Sixtina ha emitido una fumata blanca, anunciando al mundo que los 133 cardenales electores han elegido al sucesor del Papa Francisco, fallecido el 21 de abril de 2025. El cardenal estadounidense Robert Francis Prevost, de 69 años, ha sido proclamado como el Papa número 267 de la Iglesia Católica, en un cónclave que mantuvo en vilo a millones de fieles congregados en la Plaza de San Pedro y conectados a través de transmisiones en vivo.
En un momento histórico para la Iglesia Católica, el cardenal Robert Prevost, tras aceptar su elección como el 267º Papa, ha elegido el nombre de León XIV, evocando la fuerza y el legado de los pontífices que llevaron este nombre, como León XIII, conocido por su magisterio social. Desde la Plaza de San Pedro, León XIV impartió su primera bendición Urbi et Orbi, marcando el inicio de un pontificado que promete guiar a los 1.400 millones de católicos con un enfoque pastoral y global.
El recién elegido Papa León XIV pronunció su primer discurso desde el balcón central de la Basílica de San Pedro, recibiendo una cálida acogida por parte de los fieles, quienes entonaban con entusiasmo: “¡León, León, León!”. Su alocución inaugural estuvo impregnada de espiritualidad, esperanza y un firme llamado a la paz y la unión dentro de la Iglesia.
Que la paz esté con todos ustedes.
Fue su saludo inicial como nuevo líder de la Iglesia Católica, al que siguió una declaración significativa que dio forma al mensaje central de su intervención,
Esta es la paz del Cristo resucitado, una paz sin armas, que desarma y que persevera.
Durante su mensaje, el Papa León XIV evocó con respeto y emoción la figura de su antecesor: “Aún resuena en nosotros aquella voz suave del Papa Francisco que bendecía a Roma”, expresó con solemnidad. También reafirmó con fuerza un mensaje esencial: “Dios nos ama a todos sin condiciones”. Y concluyó alentando a los fieles: “Estamos en manos de Dios. Por eso, sin temor, unidos, de la mano de Dios, sigamos adelante. La humanidad lo necesita”.
El Cónclave
El cónclave, que comenzó el miércoles 7 de mayo, mostró signos de dificultad inicial para alcanzar un consenso. La primera fumata, emitida a las 21:01 horas del primer día, fue negra, indicando que ningún candidato había obtenido los dos tercios de los votos necesarios (89 de 133). Este jueves, la jornada comenzó con una segunda fumata negra a las 11:51 horas, tras dos votaciones matutinas sin acuerdo. Sin embargo, tras la pausa para el almuerzo y la reanudación de las votaciones a las 16:30, la tercera fumata del cónclave resultó en el esperado humo blanco, desatando júbilo en la Plaza de San Pedro, donde más de 11.000 personas se congregaron durante la mañana y se espera que la cifra supere las 35.000 esta tarde.
Fotografía: X/@vaticannews_es
Robert Prevost, un líder pastoral al frente de la Iglesia
El nuevo Papa, Robert Prevost, es conocido por su cercanía a las periferias y su perfil pastoral, características promovidas por el Papa Francisco durante su pontificado. Nacido en Chicago, Prevost es políglota y ha desempeñado roles clave en la Curia Romana, incluyendo su cargo como prefecto del Dicasterio para los Obispos, nombrado por Francisco en 2023. Su experiencia fuera del eje europeo, especialmente en América Latina, y su enfoque en una Iglesia más inclusiva lo posicionaron como un candidato destacado. Según fuentes vaticanas, su nombre resonaba con fuerza entre los «papables» junto a figuras como el cardenal Pietro Parolin y el filipino Luis Antonio Tagle.
Un proceso marcado por la expectación
El cónclave de 2025, el más concurrido y diverso de la historia con 133 electores de 70 países, comenzó con la misa Pro Eligendo Pontifice el 7 de mayo, presidida por el cardenal Giovanni Battista Re. A las 17:46 horas del mismo día, las puertas de la Capilla Sixtina se cerraron tras el tradicional Extra Omnes pronunciado por el Maestro de Ceremonias, Diego Ravelli, iniciando un proceso de votación bajo estrictas medidas de secreto.
El retraso de la primera fumata negra el miércoles, que se esperaba a las 19:30 pero no apareció hasta las 21:01, generó impaciencia entre los más de 30.000 fieles en la Plaza de San Pedro. Este jueves, un breve instante de humo blanco durante la segunda fumata negra causó confusión momentánea, atribuida a la combustión inicial de las sustancias químicas utilizadas (perclorato de potasio, antraceno y azufre para el humo negro; clorato de potasio, lactosa y colofonia para el blanco).
La gaviota, un símbolo inesperado
Un detalle curioso que capturó la atención mundial fue la presencia de una gaviota posada en la chimenea de la Capilla Sixtina. Durante ambos días del cónclave, el ave se convirtió en una protagonista simbólica, evocando recuerdos de una gaviota similar en el cónclave de 2013 que eligió a Francisco.
Tras la fumata blanca, el cardenal protodiácono Dominique Mamberti anunció el Habemus Papam desde la Loggia de las Bendiciones en la Basílica de San Pedro. Prevost, tras aceptar su elección y elegir su nombre papal ‘Papa León XIV’, apareció ante la multitud para impartir la bendición Urbi et Orbi. La Plaza de San Pedro, con unas 35.000 personas al final de la jornada, estalló en celebración.
Fotografía portada: X/ @AmoryCaridad
