Las tradiciones, la música y los actos taurinos firman la esencia de estas fiestas multitudinarias de Sant Jordi
La localidad de Sant Jordi ha finalizado sus fiestas patronales con un balance muy positivo, caracterizado por la gran participación vecinal, la ausencia de incidentes y el reenlace de la población con sus tradiciones y su identidad local, tal como ha destacado el alcalde, Iván Sánchez Cifre.
Estas celebraciones se han consolidado como un referente comarcal, atrayendo a numerosos visitantes de los municipios cercanos, que han convertido a Sant Jordi en parada obligatoria durante estos días festivos.
Entre los actos más destacados, cabe resaltar la tradicional romería al Real Santuario de la Mare de Déu de la Font de la Salut y el popular reparto de las calderes d’arròs, eventos en los que la afluencia de público ha sido masiva. “Estas fiestas son un ejemplo de participación y hermandad. Aunque aún queda un intenso fin de semana, ya podemos calificarlas de todo un éxito”, subrayó el alcalde.
El último fin de semana incluyó actividades tan diversas como el tardeo, el bou embolat, el multitudinario Sopar del Jabalí —organizado por la Asociación de Cazadores San Huberto de Sant Jordi—, y espectáculos musicales. El domingo se puso el broche final con bous de plaça acompañados por música de charanga.
El alcalde ha querido destacar, además, el elevado civismo de los vecinos, así como su compromiso con la esencia de Sant Jordi, lo que ha contribuido a unas fiestas seguras y ejemplares.
También ha sido especialmente significativa la recuperación de las dos Sargas de Cuaresma, unas auténticas joyas patrimoniales que, gracias al apoyo de la Diputación de Castellón, han vuelto a lucir con todo su esplendor. Estas piezas, obra del artista morellano Juan Francisco Cruella, forman parte del patrimonio de la Iglesia de San Jaume. “Los trabajos han devuelto el esplendor que merece este conjunto, de gran valor patrimonial y emocional para Sant Jordi”, concluyó el alcalde.
