
Para ASCER, "el impacto de la posible reducción legal de la jornada no puede ser ignorado en las negociaciones".
La Asociación Española de Fabricantes de Azulejos y Pavimentos Cerámicos (ASCER) expresó este lunes, 10 de marzo de 2025, su preocupación por las implicaciones que la propuesta de reducción de la jornada laboral a 37,5 horas semanales, impulsada por el Gobierno español y respaldada por los sindicatos, podría tener en el sector cerámico. Este pronunciamiento tuvo lugar durante una reunión con las organizaciones sindicales, en el marco de las negociaciones del convenio colectivo del sector, un proceso que se ha visto tensionado por la incertidumbre que rodea esta medida legislativa.
El Contexto de la Reducción de la Jornada Laboral
La reducción de la jornada laboral a 37,5 horas semanales es una iniciativa clave del Ministerio de Trabajo y Economía Social, liderado por Yolanda Díaz, que busca mejorar la conciliación laboral y familiar, aumentar la productividad y reducir el absentismo. Según el acuerdo firmado el 20 de diciembre de 2024 entre el Gobierno y los sindicatos CCOO y UGT, esta medida debería implementarse progresivamente, con un plazo para que las empresas adapten sus convenios colectivos hasta el 31 de diciembre de 2025. Sin embargo, la falta de apoyo de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) y la Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa (CEPYME) ha generado un clima de incertidumbre sobre su aplicación definitiva.
ASCER, en representación de los fabricantes cerámicos, trasladó a los sindicatos,
Las grandes dificultades que está generando esta iniciativa del Gobierno, especialmente ante la incertidumbre sobre el resultado final de la propuesta, no pueden ignorarse en las negociaciones del convenio colectivo.
La patronal subrayó que el impacto de esta reducción legal, de concretarse, debe ser un elemento central en el diálogo con los representantes de los trabajadores, dado que podría afectar la competitividad del sector, uno de los más relevantes en la economía española, especialmente en regiones como Castellón, donde se concentra gran parte de la producción cerámica.
Avances y Retos en la Negociación del Convenio
Durante la reunión del lunes, ASCER respondió a los documentos presentados por los sindicatos, avanzando en algunos puntos del convenio colectivo. Entre los temas tratados se incluyeron aspectos relacionados con la Ley 4/2023, de 28 de febrero, que promueve la igualdad real y efectiva de las personas trans y la garantía de los derechos LGTBI, así como el Real Decreto 1026/2024, de 8 de octubre, que establece medidas específicas para la no discriminación de las personas LGTBI en el ámbito empresarial. Estos marcos normativos obligan a las empresas a adoptar planes de igualdad y protocolos que garanticen un entorno laboral inclusivo, un aspecto que también está sobre la mesa en las negociaciones.
Además, se abordaron reivindicaciones sindicales relacionadas con permisos y licencias, aunque algunos puntos quedaron pendientes de aclaraciones que los sindicatos se comprometieron a proporcionar en los próximos días. A pesar de estos avances, la cuestión de la jornada laboral sigue siendo un obstáculo significativo.
El Impacto Potencial en el Sector Cerámico
El sector cerámico español, que emplea a decenas de miles de trabajadores y es un pilar clave de las exportaciones nacionales, enfrenta desafíos estructurales como el aumento de los costes energéticos y la competencia internacional. En este contexto, la reducción de la jornada laboral sin una disminución salarial plantea interrogantes sobre cómo mantener la productividad y la competitividad. ASCER ha insistido en que cualquier cambio en las condiciones laborales debe negociarse de manera específica para el sector, evitando imposiciones generales que no consideren sus particularidades.
Datos oficiales del Instituto Nacional de Estadística (INE) muestran que, en 2023, la industria cerámica española generó un volumen de negocio superior a los 4.000 millones de euros, con un 75% destinado a la exportación. Una reducción de la jornada laboral podría requerir ajustes en los turnos de producción, la contratación de más personal o la reorganización de los procesos, lo que implicaría costes adicionales para las empresas. Esta perspectiva choca con la visión sindical, que argumenta que una jornada más corta podría mejorar el bienestar de los trabajadores y, a largo plazo, incrementar la eficiencia.
Fuentes oficiales y marco legal
El Ministerio de Trabajo y Economía Social, en su comunicado del 4 de febrero de 2025 tras la aprobación del anteproyecto de ley en el Consejo de Ministros, destacó que la reducción de la jornada beneficiará a más de 12 millones de trabajadores del sector privado y fortalecerá derechos como la desconexión digital. El texto, disponible en el portal de La Moncloa, establece que las empresas tendrán hasta finales de 2025 para adaptar sus convenios colectivos, un plazo que ASCER considera insuficiente para sectores con dinámicas tan específicas como el cerámico.
Por su parte, el Boletín Oficial del Estado (BOE) publicó el Real Decreto 1026/2024, que detalla las obligaciones de las empresas en materia de igualdad LGTBI, incluyendo la formación del personal y la creación de canales para denunciar discriminación. Este marco normativo, combinado con la Ley 4/2023, añade una capa adicional de complejidad a las negociaciones, ya que los sindicatos exigen su plena integración en el nuevo convenio.
Fotografía portada: Archivo.