El fin de semana pasado, Tírig vivió con entusiasmo las festividades de Sant Antoni 2025, una tradición muy arraigada en la comunidad, con dos días de actividades en honor al Santo.
Las festividades de Sant Antoni comenzaron el jueves 23 con una de las actividades más tradicionales: la elaboración de las ‘coquetes’ de Sant Antoni, una receta típica de la ocasión. Los participantes se reunieron en el pabellón para preparar estas deliciosas piezas de repostería, y, tras un trabajo en conjunto, disfrutaron de una comida en el mismo lugar, para recuperar fuerzas y seguir adelante con la agenda de la festividad.
El sábado, día principal de la celebración, la programación arrancó con el almuerzo popular, que congregó a vecinos y visitantes ante el monumento de Sant Antoni. Carne torrada para todos y todas los asistentes, un momento perfecto para coger fuerzas antes del evento más simbólico de la jornada: ‘l’arrosegada d’arguilagues’. Esta curiosa tradición consistió en una procesión hasta el pueblo, donde las arguilagues fueron quemadas por la tarde, marcando un acto lleno de simbolismo y fervor.
Uno de los momentos más esperados por todos fue la ‘esquellada’ de los niños y niñas. A las 16:00, los más pequeños recorrieron las calles del pueblo, haciendo sonar las campanas y creando un ambiente lleno de energía. Su desfile ruidoso se convirtió en el corazón de la fiesta, llenando de vida el centro del pueblo.
La tarde continuó con el encendido de las hogueras a las 18:30, un acto emblemático que calentó el ambiente antes de la representación de ‘La Diablera’, una representación teatral que sorprendió a los asistentes con su dramatismo y misticismo, cautivando al público que se reunió en la plaza de la Generalitat.
A las 20:30, llegó uno de los momentos más especiales, la bendición de los animales, seguida del reparto de las tradicionales coquetas, que son parte de la esencia de esta festividad. La jornada continuó en el pabellón con la cena de sobaquillo, donde los vecinos y visitantes compartieron una velada de buena comida y compañía.
El cierre de la jornada estuvo marcado por el animado baile con discomóvil, que puso el punto final a unas celebraciones que volvieron a unir a toda la comunidad en torno a las costumbres y tradiciones más arraigadas. Sin duda, una fiesta que quedará en la memoria de todos los que participaron en ella.