La empresa leonesa, vencedora del concurso del año pasado, tiene el honor de inaugurar el calendario de eventos pirotécnicos, siguiendo la tradición.
Las Fiestas de la Magdalena iniciaron con un espectacular disparo de 79 carcasas, en conmemoración a los 79 años desde que fueron declaradas fiestas mayores de la ciudad. Este simbólico acto dio paso a una jornada llena de tradición y color.
El desfile de comisiones festivas aportó esplendor al evento. Abrieron el paso las Gaiatas, con sus madrinas, presidentes, damas y acompañantes. Detrás de ellas, la Comisión de Murcia con las Reinas de la Huerta, seguida por la Comisión de Alicante y sus Belleas del Foc. Posteriormente, se sumó la Comisión Central Fallera, acompañada por las Falleras Mayores y sus respectivas Cortes de Honor. Las reinas de Castellón, Paula Torres y Carla Ibáñez, estuvieron rodeadas de un nutrido grupo de autoridades, entre ellas la alcaldesa, Begoña Carrasco, concejales y representantes gubernamentales.
El estruendo de la mascletà
A mediodía, cuando el reloj marcó las 12:00, el público esperaba ansioso el inicio de la tradicional mascletà. Siguiendo la costumbre, las reinas encendieron la mecha, dando paso a la esperada descarga de pólvora.
El inicio fue potente y vibrante, generando gran emoción entre los asistentes. Sin embargo, el desarrollo resultó algo prolongado, con un terremoto terrestre más corto de lo esperado. La traca final, aunque enérgica, no logró alcanzar la contundencia de ediciones anteriores. Según la organización, se emplearon 163 kilos de pólvora, mientras que el pirotécnico elevó la cifra a 168 kilos.
El responsable del disparo demoró en salir a recibir los aplausos y felicitaciones de la alcaldesa y las reinas, lo que provocó que el público comenzara a dispersarse. Aunque la mascletà fue bien recibida, no se situó entre las más destacadas de la empresa Pibierzo en Castellón.
Con este estallido inaugural, las Fiestas de la Magdalena prometen días repletos de tradición, espectáculos y emoción para vecinos y visitantes.
Tradición y ambiente festivo
Tras la mascletà, las Collas se dirigieron a la escultura de Tombatossals, donde, como marca la tradición, anudaron el pañuelo festero al gigante de Castellón. Mientras tanto, las ferias y mesones de la ciudad cobraron vida, llenándose de vecinos y visitantes, que abarrotaron cada rincón con su entusiasmo y ganas de celebración.
Con este estallido inaugural, las Fiestas de la Magdalena prometen días repletos de tradición, espectáculos y emoción para vecinos y visitantes.