El hombre, sostiene que fue la víctima quien bebió de la botella por error, creyendo que contenía agua.
Agentes de la Policía Nacional han detenido en Valencia a un hombre de 32 años y de nacionalidad española acusado de presuntamente obligar a su expareja, una mujer de 35 años, a ingerir amoníaco en lugar de agua, causándole heridas graves que requirieron su ingreso en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI).
El suceso tuvo lugar el pasado 21 de marzo y ha sido confirmado por fuentes oficiales de la Policía Nacional. Según la información facilitada, los hechos ocurrieron cuando la víctima, en un contexto aún bajo investigación, pidió un poco de agua al detenido. Este le ofreció una botella que, a simple vista, parecía contener agua, pero que en realidad estaba llena de amoníaco, un producto químico altamente corrosivo.
Tras ingerirlo, la mujer comenzó a sufrir los efectos inmediatos del compuesto, que le provocó quemaduras internas severas en la garganta y el sistema digestivo. La rápida intervención médica fue crucial para salvar su vida, aunque tuvo que ser trasladada de urgencia a un Hospital Doctor Peset de Valencia, donde permaneció varios días en la UCI en estado crítico.
El detenido fue quien la trasladó rápidamente al hospital y quien, durante los días en los que estuvo en coma inducido, «mostró preocupación por su estado».
El hombre, acusado de un delito de lesiones en el ámbito de la violencia machista, ha quedado en libertad bajo una orden de alejamiento, sostiene que fue la víctima quien bebió de la botella por error, creyendo que contenía agua. La investigación sigue en curso para esclarecer si el acto fue premeditado. Conforme fuentes consultadas, existen denuncias de malos tratos tanto de él hacia ella como de ella hacia él. De hecho, la víctima tenía una orden de alejamiento contra su presunto agresor debido a una agresión reciente. La jueza se abstendrá de seguir el caso y lo derivará al Juzgado de Violencia número dos de València.
La Policía Nacional, ha reiterado su compromiso en la lucha contra la violencia de género y los delitos en el ámbito familiar, destacando que este tipo de casos son tratados con la máxima prioridad. El detenido llevó a la víctima al hospital tras el incidente, lo que podría haber sido un intento de evitar sospechas. Sin embargo, tras la recuperación parcial de la mujer y su declaración ante los agentes, se procedió a la detención del sospechoso. La víctima ha señalado directamente a su expareja como responsable, lo que ha sido clave para la actuación policial.
Según datos del Ministerio del Interior, en 2024 se registraron más de 60.000 denuncias por violencia machista en España, lo que refleja la magnitud del problema a nivel nacional.
