Més l’Alcora apoya las quejas de los usuarios por el "pésimo servicio del bus a castellón" y culpa al consell del "empastre".
El servicio de autobús interurbano que conecta l’Alcora con Castellón «no funciona bien», según ha denunciado varios usuarios. El portavoz del grupo municipal de Més l’Alcora, Agustín Chiva, se ha hecho eco de estas quejas y ha puesto el foco en la «nefasta gestión» de la Generalitat Valenciana, gobernada por el Partido Popular, a la que responsabiliza de un retraso de más de un año en la activación del nuevo contrato del servicio y de un funcionamiento que califica de «empastre» y «nefasto» desde su puesta en marcha.
Censuramos la nefasta gestión de la Generalitat en la puesta en marcha del nuevo contrato del autobús interurbano a Castellón porque llega con más de un año de retraso y muy mal funcionamiento.
Las quejas de los usuarios, asegura, son ya una constante debido a las escasas frecuencias de paso y los reiterados incumplimientos de los horarios establecidos.
Numerosos vecinos de l’Alcora que usan el autobús a diario para ir a trabajar a Castellón o para ir a las clases de la Escuela Superior de Cerámica se han quedado tirados estos días porque el autobús no ha aparecido a la hora prevista.
Ha afirmado Chiva.
Según el concejal de Més L’Alcora, este problema no es un hecho aislado, sino una realidad diaria que afecta a cientos de personas en el municipio, desde trabajadores hasta estudiantes y personas mayores que necesitan desplazarse a la capital de la provincia por diversos motivos.
El Consell del PP adjudicó el nuevo contrato del autobús a principios del año pasado pero no lo activó. Y ahora que lo activan con un año de retraso lo hacen sin cumplir las frecuencias y los horarios de paso estipulados en el nuevo contrato, lo que deja tirados a muchos vecinos y vecinas de l’Alcora que pretenden desplazarse a Castellón.
Ha insistido Chiva.
Un contrato adjudicado pero mal ejecutado
El nuevo contrato del servicio de autobús interurbano fue adjudicado por la Generalitat a principios de 2024, según consta en información oficial de la Conselleria de Medio Ambiente, Infraestructuras y Territorio. Sin embargo, su activación no se produjo hasta marzo de 2025, un retraso que Chiva califica de «injustificable».
Para agravar la situación, el servicio no ha traído las mejoras prometidas: las frecuencias de paso no han aumentado significativamente respecto al contrato anterior y los horarios pactados no se están respetando.
La Generalitat adjudicó el contrato, pero parece que se olvidó de garantizar que funcionara correctamente. Ahora lo han puesto en marcha con un año de retraso y sigue siendo igual o peor que antes.
Critica el concejal.
Datos oficiales de la Generalitat Valenciana, disponibles en su portal de transparencia, indican que el contrato, adjudicado a la empresa Autobuses Furió por un importe de 3,04 millones de euros, debía mejorar la conectividad entre l’Alcora y Castellón, duplicando las expediciones diarias de 22 a 44 y atendiendo a un total de 10 municipios de la zona. Sin embargo, las declaraciones de Chiva y las quejas de los usuarios sugieren que estas mejoras no se han materializado plenamente, al menos en las primeras semanas tras su implementación.
Impacto en la vida diaria de los alcorinos
La falta de fiabilidad del servicio tiene un impacto directo en la movilidad de los habitantes de l’Alcora. Según un comunicado del Ayuntamiento de l’Alcora publicado en su página web oficial (lalcora.es) el pasado 21 de marzo de 2025, el alcalde, Samuel Falomir, reconoció que el arranque del nuevo contrato podía generar “algunas incidencias” debido al cambio de empresa y al proceso de adaptación, pidiendo paciencia a la ciudadanía. No obstante, para Chiva, estas justificaciones no son suficientes.
Entre los afectados, los estudiantes de la Escuela Superior de Cerámica destacan como un grupo especialmente perjudicado. Este centro, único en Europa por su combinación de formación artística e industrial en cerámica, atrae a numerosos alumnos que dependen del transporte público para llegar desde l’Alcora a Castellón.
Exigencia de soluciones inmediatas
Ante esta situación, el portavoz de Més l’Alcora ha instado al alcalde Falomir a tomar medidas contundentes.
Le pedimos al alcalde que eleve una queja formal y negocie ante la conselleria para que el servicio de autobús a Castellón mejore lo que ya había hasta ahora.
Ha reclamado.
Chiva insiste en que el Ayuntamiento debe actuar como intermediario firme entre los ciudadanos y la Generalitat para garantizar un transporte público digno.
Desde la Conselleria de Medio Ambiente, Infraestructuras y Territorio, dirigida por Vicente Martínez Mus, no se ha emitido aún una respuesta oficial a las críticas de Més l’Alcora. Sin embargo, en declaraciones previas recogidas del 13 de marzo de 2025, el conseller afirmó que el servicio estaría operativo en marzo, una promesa que, aunque cumplida en términos de fechas, no parece haber satisfecho las expectativas de los usuarios ni de la oposición municipal.
Un problema de fondo: la gestión del transporte público
El caso de l’Alcora no es aislado en la Comunidad Valenciana. La gestión del transporte público interurbano ha sido objeto de controversias en los últimos años, con retrasos en la implementación de contratos y protestas por parte de usuarios y trabajadores. Según un informe de la Federación de Servicios a la Ciudadanía de CCOO, publicado en 2024, las adjudicaciones de servicios de autobuses en la región han sufrido demoras recurrentes debido a problemas administrativos y falta de coordinación entre las empresas concesionarias y la administración autonómica.
El caos en el servicio de autobús entre l’Alcora y Castellón pone de manifiesto las tensiones entre las necesidades de los ciudadanos y la capacidad de la Generalitat para cumplir sus compromisos. Mientras los usuarios siguen enfrentándose a esperas interminables y horarios incumplidos, Més l’Alcora exige respuestas y soluciones concretas. La pelota está ahora en el tejado del Consell y del Ayuntamiento, que deberán trabajar juntos para evitar que este “empastre”, como lo llama Chiva, se convierta en una crisis aún mayor.
Fotografía portada: Archivo.