Este fin de semana, Vall d'Alba vivió con entusiasmo la festividad de Sant Antoni, una celebración que unió a vecinos y vecinas en torno a las tradiciones más arraigadas de la localidad.
Las actividades comenzaron el sábado por la mañana, con la recogida de aliagas, maleza y leña para dar forma a la tradicional hoguera, uno de los momentos más esperados de la festividad.
Por la tarde, la localidad se llenó de color y alegría con la participación de numerosas personas en la bendición de los animales y de los tradicionales rollos, que fueron repartidos entre los asistentes como parte de la costumbre. La jornada continuó con una emotiva procesión, que precedió al esperado encendido de la hoguera, marcando el punto culminante de la festividad.
La alcaldesa de Vall d’Alba, Marta Barrachina, resaltó la importancia de esta celebración para la comunidad: «Sant Antoni es una celebración que une a vecinos y vecinas de todas las edades en torno a nuestras raíces y costumbres. Mantener viva esta tradición no solo nos permite honrar nuestro pasado, sino también fortalecer nuestro tejido social», expresó.
Además, la alcaldesa aprovechó la ocasión para agradecer a las entidades y colectivos locales que, con su trabajo y dedicación, hacen posible que la festividad se celebre con el mismo fervor año tras año. «Gracias a su colaboración, nuestra cultura y tradiciones siguen más vivas que nunca», concluyó Marta Barrachina.
De este modo, Vall d’Alba una vez más demostró su compromiso con el preservar su identidad cultural y el fortalecimiento de los lazos comunitarios, convirtiendo la festividad de Sant Antoni en un evento imprescindible del calendario local.
