Indigna la exhibición de una pancarta en el pleno de la Diputación en la que se asegura que los funcionarios buscan comida en contenedores.
Considero todo un acierto el eslogan elegido este año por los sindicatos para conmemorar el 1 de mayo: ‘Proteger lo conquistado, ganar futuro’. También hago una valoración muy positiva de la encendida defensa de los derechos laborales realizada por los secretarios generales de UGT y Comisiones Obreras (CCOO), Pepe Álvarez y Unai Sordo.
Lo que no me gusta es la deriva que observo en CCOO en la provincia de Castellón, cuyo episodio más desafortunado se vivió en el último pleno de la Diputación cuando algunos sindicalistas mostraron pancartas que resultan insultantes para la inteligencia del común de los mortales, especialmente aquella en la que se podía leer ‘FUNCIONARIOS BUSCANDO COMIDA EN LOS CONTENEDORES A FINAL DE MES’.
¿Se han parado a pensar cómo se pueden sentir ante tamaño despropósito quienes no tienen asegurado un sueldo mensual? ¿No tienen nada que decir los dirigentes regionales y nacionales del sindicato?
Cabe esperar que al sindicalista de Comisiones Obreras, Vicente Mor, no le dé por emular a la Lola Flores de los años ochenta pidiendo que cada español aporte un euro a fin de mes para evitar que los hambrientos funcionarios se vean abocados a buscar comida en los contenedores.
Lo que sucede en la Diputación con CCOO es tan llamativo como lo que viene pasando desde hace muchos años en el Hospital Provincial e, incluso, en el Ayuntamiento de Castelló. ¿De verdad que el fin justifica los medios y que nadie piensa hacer nada mientras se sigan ganando las elecciones sindicales?
Uno de los actores del vergonzoso espectáculo del pleno de la Diputación es Vicente Mor, representante sindical de CCOO, muy conocido en la casa por su tendencia a montar numeritos y enviar abracadabrantes correos electrónicos a toda la plantilla, en los que el mal gusto suele ser un ingrediente habitual.
Desconozco si lo de los panfletos es responsabilidad exclusiva de CCOO pero es innegable que todo aquel que trabaja o ha trabajado en la corporación provincial entiende que tan delirante redacción responde inequívocamente al estilo Mor.
Sería bueno que alguien lo llame al orden, no vaya a ser que le dé por emular lo que hizo Lola Flores en los ochenta cuando lo de Hacienda y acabe pidiendo una aportación de todos los españoles para que los funcionarios no tengan que rebuscar en los contenedores.
Por cierto, hace unos meses me encontré con Mor y no paraba de poner a caldo a la actual presidenta, Marta Barrachina. Decía que echaba en falta el buen trato dispensado por el expresidente socialista, José Martí.
Algunos trabajadores de la Diputación se sorprenden de que las feroces críticas del activista que se vierten extramuros de palacio contra la presidenta Marta Barrachina no concuerden con ciertos episodios de mayúsculo peloteo que se han podido presenciar intramuros.
Como soy de sangre caliente le respondí que después de lo mal que él y sus secuaces se portaron con Martí, deseaba de todo corazón que la actual presidenta los tratara tan mal como se merecen.
Es un sucedido que comenté la pasada semana en mi muro de Facebook y que algunos trabajadores de la Diputación me han animado a repetir para desenmascarar al personaje. Consideran que tamaño proceder contrasta con el mayúsculo peloteo a la presidenta que a menudo se observa intramuros de palacio.
Rafa García. Periodista
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